EL INVERNADERO DE MANET



Un Hermoso día de primavera había amanecido. Pero en el animo de Adela todo eran sombras y pesares . La desilusion vivida en los últimos días , no la quedaba animo para nada . Pero aun así decidió aprovechar aquella bonita mañana de primavera . Se vistió con unos de sus vestidos mas discretos, sombrío igual que su animo.
Gris de escote cerrado por un gran lazo negro, manga larga con un pequeño volante al final del puño donde aparecía un encaje blanco ,una gran hilera de botones que acaba en un volante plisado que se extendía hasta sus pies.
Delante del espejo se coloco un pequeño sombrero y se sintió con ánimos para darse un toque Rosado en sus mejillas y un poco de carmín a sus labios. Cogió su sombrilla blanca de encaje y decidió dar un largo paseo para aclarar sus ideas y sus ánimos.

Cansada ya de andar, cerro la sombrilla y se refugio en un invernadero. donde la vegetación era muchos mas abundante y había hermosas flores perfumando el ambiente.
Se deleito con su aroma y se sentó a contemplar maravillada toda aquella hermosura.
Apoyo su espalda relajada en un banco y su mirada perdida en el vació. Imaginando una nueva ilusión .
Un elegante caballero que la observara a lo lejos se acerco sigiloso apoyándose en el respaldo del banco la contemplaba sin que ella sintiera su presencia .
Se sobresalto cuando unas subes manos acariciaban las suyas y a sus oídos llego un poema de amor.
Una sonrisa afloro a sus labios y una nueva ilusión a su ser



Mercedes Díaz