El boxer aquel es lo menos parecido a un pulpo. Eso, dejémoslo claro y precisémoslo para que no haya lugar a dudas. Todos deben recordar al animalito que, por ingenio de sus dueños, comenzó a agorar los resultados de la última Copa del Mundo. Fue tanta su eficiencia, que todos sus pronósticos fueron acertados, incluso la final, en que dictaminó que quien se llevaría las preseas sería el equipo español. Sin lugar a dudas, existió un manejo intencional de la información, pero ese es un secreto que Paul se llevó a la tumba, ya que muy poco después del prestigioso torneo, falleció, de muerte natural y no al pil pil, como se presume que terminan sus días todos los cefalópodos.
Como decía al principio, el boxer difiere demasiado de un pulpo, pero, tratando de extraer todo su potencial agorero, discurrí que también podría alcanzar la gloria, gracias a sus acertadas decisiones. Pues bien, aprovechando que la Copa América está en curso, corté tres pedacitos de pan y coloqué cada uno de ellos sobre tres papelillos, uno, con el nombre de Chile, el otro, con el nombre de México y el tercero, que declaraba un empate. Luego, posicionados en el porche, duraron hasta que abrí la reja y el can embistió con voracidad, engulléndoselos todos. Pero, el primero en deglutir, fue el trozo de pan bajo el papel con el nombre de Chile. Quienes contemplábamos expectantes, saltamos de júbilo, porque este Paul de cuatro patitas había elegido el mismo trozo que nosotros deseábamos que eligiera.
Me preocupó algo, si. El perro, se devoró casi al instante el trozo de Chile y el del empate, lo que nos indicó que sería un resultado muy apretado, como en realidad lo fue. Anteriormente, y más por ignorancia mía que por otra razón (pensé que el primer partido era Chile-Perú), Paul se engulló un pedazo de carne sobre el papel de Chile y lo hizo con un poco más de relajo, lo que me dio a entender que será un partido más tranquilo para nuestras huestes. El tiempo dirá si el boxer atinó con el resultado, lo que lo colocaría a las puertas de la celebridad.
Pero, el perrito, un juguetón inclaudicable, sería capaz de predecir todos los partidos de esta Copa América, la próxima cita mundial, la Eurocopa y los resultados de la siguiente Copa Libertadores, todo, en unos cuantos segundos, porque lo que Paul tenía de brazos, este animalito lo tiene de gaznate. Yo creo que nos está engañando y que no sabe nada de nada. Basta mirar sus ojitos inocentes para presumir que tras esa fachada, existe sólo un perrito glotón, que por mantenernos contentos, es capaz de engullir cerros y cerros de comida…
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