Antes de intentar realizar algo cómo lo descrito más abajo, te aconsejo que te asesores bien, no es broma hacer un viaje astral y conlleva algunos peligros asociados ...

Trás algún comentario derivado de esta historia, tan solo aclarar que el padre necesita moverse y su cuerpo es un estorbo en verdad. Siente la necesidad de transmitírselo a su hijo, al cual pone en sobreaviso sobre los peligros que ello conlleva, pero al ser su hijo le releva el secreto, la fórmula usada para hacer realidad dichos viajes con el alma ...

Tratado de un viaje astral.

La Pared.

"Papá, ¿ qué haces ahí quieto toda la mañana ?, te he visto desde mi habitación, no te movías, ¡ pensé que estabas muerto !", dijo Simón alterado.
"Hola Simón, no estoy muerto como ves, estaba viajando, aunque no lo parezca en verdad, me movía ...", alegó Adam sonriendo.
"¿ Cómo que estabas viajando y te movías ?, eres un inválido, no te puedes mover sin ayuda de alguien", respondió Simón con cara de sobresalto.
"¿ Eso es lo que crees, que porque sea un inválido y esté sentado en esta silla de ruedas, no puede mi alma viajar ?, comentó Adam con cierta perspicacia.
"¿ Cómo es posible eso ?, no conozco a nadie que viaje de esa forma, ¿ me estás tomando el pelo ó qué papá ?, inquirió Simón un tanto mosqueado.
"No hijo, es la verdad, poseo un poder interior que permite que mi alma salga de mi cuerpo y pueda explorar otros lugares", contestó Adam con seriedad y continuó: "Verás, ¿ a que no sabes cuantos años tiene esa pared de ahí enfrente y las veces que fué pintada ?", preguntó sonriente a su hijo.
"Pues no papá, no lo puedo saber porque esa pared ya estaba pintada cuando llegamos aquí, debe de tener muchos años por la apariencia antigua que tiene, pero no sé exactamente su edad", dijo Simón mirando con curiosidad hacia la pared.
"Hmm en verdad es antigua si, tiene ciento cincuenta años Simón y ahí la tienes, pintada como si acabaran de levantarla hace poco", comentó Adam con una cierta cara iluminada.
"¿ Ciento cincuenta años ?, pero ¿ cómo sabes eso ?, ¿ acaso viste cuando se construyó dicha pared ?, venga papá que no nací ayer", respondió Simón un tanto alterado.
"Hijo, como te dije antes, mi alma hizo un viaje astral y conseguí ver muchas cosas a través de las diversas capas de pintura de esa pared", contestó a Simón con seguridad en sí mismo y alegó: ví quién la pintó durante todo ese tiempo y no solo eso, vi la vida que rodeada a dicha pared. Como ves, esa historia no la encontrarás jamás en un libro, tan solo viajando en el tiempo y el espacio la podrás consultar", confirmó con audacia.
"¿ Me contarás algún día como se hace un viaje astral ?, verás me gustaría ver cosas a mí también ...", preguntó con cierta curiosidad Simón.
"Claro Simón te lo contaré ahora, pero no lo vayas predicando por ahí, quién no sepa hacerlo bien puede quedar atrapado fuera de sí para siempre, ese es un peligro a tener en cuenta, al igual, que si viajas muy lejos puede ser que tu alma no regrese jamás a tu cuerpo, con lo cual te darían por muerto, una muerte clínica, porque en verdad sigues vivo, pero tu ser no está donde debe de estar, sino flotando por ahí. Es decir, estarías en coma toda la vida hasta que tu persona expirara ...", respondió Adam con cara de circunstancias.
"Vaya, eso da miedo en verdad, sería como quedarse vegetal para siempre. No se lo contaré a nadie tranquilo, sólo explícame como se ha de hacer para que mi alma viaje de esa forma", dijo Simón con ciero miedo y curiosidad.
"Lo primero es tener una fuerte fé en tí mismo, una fé de que serás capaz de sacar tu alma de tu cuerpo y de que esa misma alma retornará a tí cuando hayas acabado tu viaje. En segundo lugar debes de tener un gran poder de concentración. Imagina por un momento que eres una caja y que dentro de esa caja hay una bola. Debes de intentar que dicha bola (tu alma) salga de la caja (tu cuerpo) y comience a moverse a tu voluntad. Creeme no es fácil al principio, a mí me costó mucho tiempo, pero en verdad no es imposible ...", alegó Adam a su hijo, el cuál estaba tomando buena nota de todo lo que su padre le estaba comentando.
"No se si podré llegar a realizar tal azaña, pero si lo consigo, compartiré contigo la historia de esa pared y sus capas de pintura", respondió Simón a su padre sonriendo.
"Hijo eres de la misma madera que Yó, lo conseguirás ya lo verás, sólo necesitas tiempo y concentración ...", dijo Adam mirando a su hijo con dedicación.
"Gracias por compartir ese secreto conmigo jejeje", contestó Simón mientras se despedía de su padre de vuelta a su habitación.

Escrito por Carlos Them.

© Copyright Carlos Them 2011. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.