Prisionero de las ganas de ser alguien,
Angustia mezclada con acordes de guitarra,
Suciedad acumulada por la pereza,
Donde estamos tu?,
El sol calienta, mientras yo me derrito en la sombra,
Y las ganas, propias de la juventud se hacen pesadas,
Como vomito en la garanta.

La mierda puede mandar?
Como el oro se desperdicia?,
Maldito él que nos dio la ambigüedad,
El pellejo y la razón me duelen,
Tengo ganas de matar a la razón,
Le tengo miedo a la cara mi angustia,
Y al cuerpo de mi miedo,
¡Auxilio!, grita mi mano de izquierda,
¡Todo está bien!, dice mi mano derecha.

Espero que mueras, porque me duele tu sonrisa,
La mía es deforme, de dientes amarillos y con caires,
¡Muérete!, y no pierdas tiempo,
Pero espera...,
Mejor ámame, mejor amémonos,
Morir y amar es muy difícil,
Y al parecer solo eso podemos hacer en este valle de lágrimas.