Lo vio entrar como todas las tardes al regreso de la pega. El bolso de la choca en una mano y el aliento a cerveza y tabaco.
Como todos los días. La “pasadita” con los compañeros para botar el cansancio, como decía.
- Te tengo malas noticias de Jaime. Pasé puras vergüenzas en la escuela con la inspectora.
- Después de comer me contáis. Traigo hambre.
Le sirvió el puchero y esperó pacientemente. Cuando el hombre terminó, quiso retomar la conversación.
- Después de la noticias, vieja. Hay que estar al tanto
Luego del noticiero, hizo un tercer intento de conversar sobre el hijo de catorce años.
- Mañana, mujer. Debo dormir para levantarme temprano. Hay que ganarse el sustento.
Lo vio entrar como todas las tardes al regreso de la pega. El mismo aliento a tabaco y cerveza. Cenó como todos los días. Como todos los días se sentó frente al noticiero. Puras calamidades.
Un menor detenido en un asalto a una bencinera. El menor llevaba el mismo jean y las mismas zapatillas de su hijo.
Texto agregado el 05-07-2011, y leído por 134
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Lectores Opinan
10-09-2011
esos indicios estan perfectamente latentes después del tercer párrafo, el final esperado pero no tanto!! bellaboo