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“CUESTIÓN DE AMOR”


Viernes 1 de julio de 2011
Natalicio de Germán Dehesa Violante


… y la gente lo felicitó, porque la vida le dio el don de la narración; prácticamente, queridos lectores (porque he descubierto que si hay más de uno, ¡gracias!) con esta idea nos quedamos en nuestro último encuentro. ¿Fue un don el que mi querido Germán tuvo para plasmar en pictográficas estampas las vivencias que a lo largo de su vida nos compartió? Considero que sí, pero no como resultado de su avezada imaginación o su extraordinaria capacidad de retención o su vastísima cultura, sino como el resultado inherente a su Don de Ser Humano. Porque ’ser humanos’ es un don que nos regala la vida, pero al que lamentablemente nos encargamos de aniquilar o extraviar (en el mejor de los casos) en el transcurso de la misma; no se limita a la definición que de homo sapiens dio Darwin, por el contrario, trasciende de uno mismo hacia el otro, hacia el nosotros, como decía mi Charro Negro.

Por fin, y ¿quién es ese mentado Charro negro? Se estarán preguntando, tranquilos mis impacientes y benevolentes lectores, tranquilos, no comáis ansias.

Pues, como les iba diciendo, el resultado de esas vivencias y peripecias que mi querido Germán tuvo en ésta su vida ( no sin algunos raspones de por medio – sobre todo en el alma-), y no sin la bien habida ayuda de su concilio fantasmal de próceres de la literatura (al que por su puesto se incluye Gabriel Vargas y su “Familia Burrón” - de quienes en otro momento les contaré), de todos aquellos que con ternura y afecto lo recibimos en nuestro corazón, fue lo que lo convirtió, primero en un narrador nato, y luego en Maestro, escritor, dramaturgo, articulista, conferencista, actor, … y amigo. Es aquí donde yo vuelvo a intervenir.

Después del primer encuentro y reencuentro que tuve con el mundo de las letras a través de mi Charro Negro, estuve oscilando entre el mundo fantástico de Verne, entre las cartas de Sor Filotea y Sor Juana, o acompañando a la Hermana Nazaret que Antonio Gala puso a las “Afueras de Dios”. En esas anda cuando uno de mis jefes de aquella época (1997, recuerdo bien que era un jueves de junio por la tarde) me dijo: “Luz, ¿Qué va a hacer esta noche?” (¡...!, sí, con esa expresión de perplejidad también quedé yo, y con la interrogante de: ¿por qué la pregunta?); “Cenar”, fue mi pronta respuesta. Aquella pregunta me agarró de sorpresa, claro no conocía la verdadera razón de la misma, la cual (no piensen mal) simplemente se reducía a que, con motivo de un viaje que el otro socio del Despacho donde yo trabaja haría al extranjero, necesitaban dejar a alguien encargado de todos sus asuntos, y ¡oh sorpresa!, a quien creen que eligieron …!!, pues sí. Por alguna extraña razón pensaron que yo no iba a aceptar, así que como gancho me tenían preparada una invitación a cenar en un exclusivo lugar del sur de la Ciudad de México, nada menos y nada más que a “La Planta de Luz”. ¿Yyyyyyyyy?, ya parece que los escucho, estimados lectores.

Pues nada, que precisamente el lugar a donde me invitaban era el centro de operaciones literarias, dramatúrgicas y bohemias de mi Querido Germán (¡yupi!). Rauda y veloz acepté (claro que no medí las consecuencias de mis actos, hubieran visto la cantidad de trabajo que tuve desde entonces). ¿Cómo no? si por fin conocería en vivo y todo color a mi Charro Negro (si ya sé, suena paradójico lo de ‘a todo color’ y ‘negro’, pero fue tal cual).

De ahí en adelante, como ya les he dicho, él se convirtió tanto en mi bitácora literaria como en mi referente central. Es que ¿a quién no cautivaba ese hombre?. Por cierto, la cena fue excelente y el Show espectacular, fue una velada memorable (de lo que conversaron mis jefes y sus esposas, ni me acuerdo, yo a lo que iba). Pasado un tiempo, y como suelen ser los amigos, mi querido Germán fue confiándonos secretos de su vida, como quien suelta burbujas de jabón en una tarde soleada, en prenda de la confianza que nos dispensaba a todos aquellos que lo queríamos; así, nos fue mostrando quien era, de donde venía y para donde iba (y siempre de la mano de un libro, de un personaje o del propio autor, pero con ‘nosotros’).

Como muchos a los que tocó con su corazón, me convertí en una férrea seguidora de sus andanzas y locuras, de su irónico sentido del humor, de su manera sinsentido de ayudar, de celebrar, de amar. Lo admiré, pero fue un concepto que pronto eliminé de mi vocabulario, cuando entendí que para él admirar era mirar de lejos, y eso no aplicaba para él, pues de alguna u otra forma siempre estuvo cerca; entonces, como muchos de nosotros, lo aprendí a amar, con ese amor que franco y sincero se le brinda a un buen amigo, a aquel que aún seguía platicando con su hermano y que por medio suyo nos involucraba en su devenir diario plasmándolo en un artículo de periódico, en una charla, o en un libro.

Escribir fue una de sus grandes pasiones, pero escribir con “v”, con “v” de vida, de verdad, de valor; siempre en gerundio, siempre en acción, siempre feliz; solo enfurecido ante la apatía indolente de políticos, misóginos, apátridas y “amátridas”, de toda la escoria cupular que innecesariamente existe en un País, de todo aquel que hace del débil su plataforma de impulso, pero también de todo aquel que abandona su suerte a la de las masas, sin seguir sus propias convicciones.

Éste es, a grandes rasgos, el bosquejo de una vida que en prenda obsequio hoy a un amigo, a un maestro, a un caballero como tú lo fuiste:

- Mi querido Germán, se bien que siempre aborreciste los regalos frívolos e insubstanciales, los “recuerditos de viaje”, los costosos pero inútiles regalos de invierno (época en que te convertías en mi Scrooge favorito) o de cortesía social; pero éste no es el caso, lo que hoy te ofrezco son estas palabras y el tiempo de quienes las leerán, como mi regalo de cumpleaños. Felicidades Amigo.

- Porque con los amigos hay que cumplir, por una razón inconmutable, por una Cuestión de amor.(1)

In memoriam de:
Germán Dehesa Violante
1 de julio de 1944-2 de septiembre de 2010


… (VI) y como durmió el Señor D’?


___________________
(1) Frase de Tomás Moro.
Libro del Mismo Nombre por Germán Dehesa V., Editorial Diana. 2006


Ailed Zull Zayhev ©

Texto agregado el 01-07-2011, y leído por 603 visitantes. (8 votos)


Lectores Opinan
15-10-2017 Admiro tus conocimientos. Eres una persona muy culta. Susanis
15-10-2017 Me encantó todo tu trabajo, solo me habría gustado ver más hincapié sobre la gracia q sabía sacar de cualquier situación x más simple q fuera. Susanis
10-07-2011 Excelente. Es un gran texto el que he leído. Escribís de forma impecable. Seguramente tu amigo sabrá apreciar desde dónde esté, este tu amoroso regalo en letras. Un abrazo y mis estrellas. Magda gmmagdalena
04-07-2011 Un placer leer tu texto glori
03-07-2011 Lerr un texto de auténtica calidad, como el que estoy leyendo, no es frecuente. Unos escribimos por pasar el rato, pero tú escribes porque sabes escribir, de eso no me cabe duda alguna.+++++ crazymouse
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