Velas de colores que lucís a veces escondidas.
Lenguaje de fuego que necesita ser oído.
Se os enciende y se os apaga, pero solo unos pocos comprenden lo que vuestra danza habla.
Velas que con la magia permitis una invocación, purificando con vuestra presencia templos y almas.
Las paredes delatan vuestra presencia, el movimiento de vuestra luz hace que se creen sombras que parezcan un coro al unísono sin voz.
Velas de cera, velas de miel, sabiendo trabajar con vosotras a través de la magia blanca, siempre llegais a hacer el bien.
Que sentido tan grande tiene cada vez que os encienden y miran como quemais, ese poder único que en vuestra llama cada una llevais.
Velas que nunca os prendan sino es con una cerilla de madera, pues lo demás que se use con vosotras no valdrá.
Quién os quiere siempre en su mente os tendrá, pues valeis para todo, con razón aún estaís en el mundo como fuente de luz y de amor.
Así se os ha de tratar, como una ceremonia más, el encender vuestra mecha se ha de hacer con dignidad, pues no hay nada más digno que vuestra luz natural.
Velas que siempre os enciendan cuando os necesiten, pues la carencia de vuestro poder es lo que al ser humano a veces le falta.

Escrito por Carlos Them.

© Copyright Carlos Them 2011. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.