Sobre mis ojos,
a medio vaho de distancia
tengo a mi dispensable realidad para interrogarla
sobre la mitología del sueño,
sobre el límite de las renuncias
sobre la madurez y su hija ciega la templanza
inmaculado de no hacer nada
de no dar un paso por miedo a las diásporas
alterado
aterrado
inhumablemente solitario
afásico otra vez
buscando estrellar engaño con engaño
en un arrastre cínico
en dirección opuesta a la distancia.
Vida y realidad
no son sinónimos
son mas bien antípodas inflamadas
gemelas de madres opuestas
son la una
comiéndose a la otra.
Texto agregado el 30-06-2011, y leído por 121
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