De pronto salí corriendo, sin saber porque, entre al baño y le puse llave, caían lagrimas por mi cara sin saber porque, de pronto mire al espejo y vi mi rostro reflejado, me quede varios minutos ese rostro pálido con los ojos negros por las ojeras, sentía miedo, no sabía a que. Entre en un estado de locura, termine apegada a las cerámicas blancas y heladas de la pared, recorriéndolas una a una con mis manos sin saber cuando iba a terminar, de pronto oí una voz que venía desde mi cuarto que decía que todo iba a estar bien, que ellos iban a estar bien, fue cuando me tranquilicé y deje de llorar......