Testear tu inmaculada presencia,
con el irónico revisionismo sagrado,
darnos cuenta del ajetreo extremo,
y comprobar así la decadencia hecha piel y ojos…
“Ya no somos los mismos,
mírate…
un espectro aun bello,
mírame… un fantasma intentando ser mujer.
Nos atacaron los años,
fallamos en esos primeros sueños,
quedamos a la deriva,
y aquí estamos…
tomándonos un café mientras el mundo se destruye…”
Observo eso que fuimos y no me quejo,
aun queda el sexo y sus directrices posteriores,
y me excita imaginar lo que hicimos.
Estas separada hace años,
eres la nueva hija de los gimnasios y las terapias psiquiátricas,
Yo soy el viejo hijo del cigarro y el alcohol,
“¿Qué?... ¿salir a tomarnos unos tragos?,
¿para terminar haciéndolo otra vez?...”
Obvio,
por que así es la existencia,
gestos recurrentes atemporales sorprendiéndonos nuevamente,
… lo simple de la vida que nos acaba.
¿Ahora entiendes?,
unos tragos no van a marcar gran diferencia.
Vamos...
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