Creíste
Creíste tener alma, pues mírate
ni siquiera tienes corazón
creíste que por tus venas corría
líquido que tiñe de rojo
te equivocaste eres muñeca de trapo.
Creíste tener voluntad propia
evitaste ver tu realidad
no quisiste aceptar que eres títere
al cual sólo dan vida unos hilos;
tan delgados que no se llegan a mirar.
Y sigues evitando verte y te inventas
como ese ser de carne y hueso
al que llaman racional
y como el mismo ser que mueve
tus hilos para darte vida quisieras ser
para pedirle que no mueva más ese hilo
el hilo invisible que hace
tus inexistentes lágrimas brotar.
Texto agregado el 28-06-2011, y leído por 354
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