Lobo Daríano
Esta primera versión la escribí para Chavo y otros escritores que cultivan su estilo. No expresa lo que son mis vivencias personales. He tratado de ilustrar a Chavo como podría escribir mejor, sin ser tan crudo y directo. Creo que expresa a Chavo como el es.
En la segunda versión la dediqué a Luciernaga. Creo que este poema expresa la interioridad de Chavo, no la mía.
Yo lobo daríano
el lobo estepario
vago tristemente y solitario
por valles,
bosques,
montañas,
estepas,
desiertos y ríos,
el viento silba en mis orejas,
la humedad chorrea cual saliva entre mis fauces,
y el frio hielo congela mis cuatro patas.
Me detengo,
jadeo,
medito,
miro el horizonte,
olfateo el ambiente,
y en mis imágenes,
solamente estas tú.
Blanca y de alabastro,
de piel fina,
y olores embriagantes,
fragil cual copo de nieve,
dura y casi eterna como el granito de mi cueva.
He rastreado tus huellas y te he encontrado,
Veo, tu cuello blanco y fino,
y mis entrañas vibran,
mis instintos de lobo-humano y solitario,
abrén mis fauces,
para rasgar tu piel con mis colmillos,
para que sangre,
y saborear la dulce-salada-miel,
de tu hemorragia.
Te miro hermoza y desnuda,
quiaciente sobre la humeda y olorosa hierba,
separó tus piernas,
y veo un volcán entre ellas,
inflama mi alma,
-si es que algo de ella queda-
despues de tantos años
de trotar salvajemente por el mundo,
y sediento de tu amor,
y obnubilado por mis imágenes más obscenas,
trato de penetrarte,
pero tú te resistes.
Lúpicamente-humanamente colérico,
te olfateo,
y veo tu abdomen,
de mármol y alabastro,
y quiero rasgarlo con mis garras.
Finalmente te veo erguirte,
coger tu espada y blandirla sobre mi lomo,
y yo como un can domesticado,
lamerte dulcemente las sandalias...
pero mi naturaleza esta presente
te miro de reojo, asolapadamente,
casi cerrados mis parpados,
con mis orbitas rojas y purpuras...
y solamente espero el instante...
...
¿Tú también lo esperas, no?...
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