Tijuana BC, Jun. 2011. Soy una de ell@s...

Mientras escucho a la voz de Charles Aznavour, que me transporta, pierde, en sus melodías, como; "Ayer, cuando era joven".
En mí ayer, lejano ya, dejaba el despertar, vivía sin contar las horas que se van, tenía juventud y ganas de cantar.
El tiempo se llevó los sueños que forjé, en ruinas convirtió las torres que forjé.
Negándome la luz y el fuego de mí fe, cegando sin piedad la ilusión que sembré…
No se por donde andar, no tengo a donde ir, ni mano que estrechar, ni puerta en que pedir...
Hoy todo terminó, que lejos queda ya la fe en el porvenir y en la felicidad.
Recuerdos del ayer, ardiente juventud que ya se fue…
Ahora reflexiono en tus palabras, con las que abriste las puertas de mi corazón.
En este mundo de ridículos, donde tú y yo somos parte, intentamos dar una señal de coherencia.
Eslabonar razones sin razón y presentarlas en este mundo, aquí y ahora, resulta asombroso, sublime o ridículo.
Atreverse a ser y plasmar, escribir y cantar, concebir y parir, silenciar y proclamar...es admiración o locura.
Y el corazón quiere y el coraje quiere y el espíritu quiere, si no, mejor no ser.
Ser porque sí, porque hay un grito en el alma.
Ser porque se me va la vida y debo encontrarme, debo gritar mi verdadero nombre.
Quiero que aparezca mi verdadero rostro., porque de otro modo, no sé que hago aquí.
El amor junto con la alegría de vivir son las palancas que me mueven a mi, persona frágil, aunque con una decisión colosal.
Me siento orgullosa de pertenecer a esta raza indómita de seres llamados diferentes.
Soy una de ell@s, soy parte de la diversidad sexual, de la raza humana.
Mi propia actitud me sorprende. ¿Por qué reacciono así? ¿Por qué no me espanto y corro? ¿Por qué mi corazón es siempre una puerta abierta sin escondites?
Me sorprende todo esto, me siento en mi lugar.
Me he quedado vacía y sigo, me miro y me sorprendo, me escucho y tiemblo.
Estoy de pie, no como faro muerto o fuente abandonada, sino como oasis, como toma de agua para una ciudad, aquí estoy.
El tiempo y los sucesos me han dejado su huella, sólo que viva, estoy viva, me siento viva, proclamo vida y para muchos soy una persona con quien se puede platicar, jugar, ver, cantar, experimentar, soñar.
Si digo "me he quedado vacía", digo también: escuchando, viendo, sintiendo dolores y alegrías.
Soy escenario de todos los posibles y todavía digo sí.
No tengo la menor intención de arrepentirme de este hilvane de sorpresas.
Es la vida, la que me tocó, la que se enamoró de mí, la que me atrajo, la que me sedujo, la que me visitó, se prendó y se quedó en mí.
Hoy con ella, con contigo, canto la composición musical del camino.
Un abrazo
Desde BC, mi rincón existencial, agradeciendo por la calidez en tus palabras, por que obligas a que aflore el sentimiento más noble aún en medio de la nostalgia.
Andrea Guadalupe.