Perdí la cuenta de idas y retornos y entre mis pestañas que una vez se entrelazaron listas para dormir el sueño eterno, no sé que se guarda. Tal vez sea una fracción milenaria o podría ser un instante de agonía sumado a muchos otros instantes agónicos que emergen en silencio
Texto agregado el 25-06-2011, y leído por 321 visitantes. (2 votos)