Pobres pueblos de mi América
Que transitan en la sombra
Como austeros caminantes
En tus manos te han dejado
La terrena señal de clavos
Encajados, torturantes

Tus héroes han provocado
Con su muerte en holocausto
Un gemido delirante
De tus entrañas mártir

Pobres pueblos de mi América
De tus grandezas pasadas
Solo quedan los recuerdos
Como tus símbolos reales
Con sus colores brillantes
Un águila a la serpiente
Que devora entre sus garras

Pero ahora intolerante
Pretende querer imponerse
El mas cruel imperialismo
Exotismo degradante
Sobre el honor de mi raza
Con su violencia insultante

Vuelvan pueblos a enhestarse
Como aves Fénix, triunfantes
No necesitas de harapos
Que tanto humillan y atrofian
No necesitas lo extraño
Lo espúrio, lo que no es nuestro
Ya que tenemos luz propia

El canto de las sirenas
Que te invitan a ser otro
No es otra cosa que canto
Detonante, cruel, ignoto
Tu mirada siempre altiva
Siempre limpia y cristalina
Se posará en la alborada
De tu futuro grandioso

Y aquellos que ya murieron
Sin la tierra prometida
Jamás serán defraudados
Porque murieron creyendo
En libertad tan querida

Pobres pueblos de mi América
Las heridas mas punzantes
Los propios te las han hecho
Mil heridas en tu pecho
Y aún sigues adelante
Mas pujante, más pujante
En el temporal del estío

Sigue esperando la lluvia
Que reverdezca tus laureles
¡Oh Pueblos!, ¡Oh Pueblos míos!

Saúl Esquivel Pedroza
Guanajuato, México.
1924-1994