Mi anhelo
dedicado a pintorella
Allá sobre la espuma del mar que nos engaña,
yo tengo construido un castillo de arena…
¡Pobre castillo! Si el oleaje-destino lo daña
¡Quizás no vuelva a verlo sobre la bruma llena!
Y yo al pie de la roca, fatigado, junto al mar
Quebrado el mástil de mi nave contémplole asombrado
¡Pobre barco! ¿Quién sabe si podrás navegar?
Para arribar al puerto de mi ideal anhelado.
Construiré un nuevo mástil, navegaré con calma
para no errar el rumbo que me señala la aguja
de mi brújula-voluntad que acera mi alma
para arribar al puerto de esa isla bruja.
Ni Circe ni Calipso, mi nave hundirán,
Y si en alta mar… ¡Tormenta!... la tempestad la abate,
Recuerda, aunque cansado, seguiré en combate,
Y dioses, tormenta, rayos, trueno, todos pasarán.
Mas, si cansino por las tormentas, a otras playas arribo,
¿Volver? -¡Jamás!- día y noche continuaré mi viaje,
Tropezando con cadáveres jamás estaré rendido,
Sin importarme que el oleaje- destino lo ultraje.
Mi verso renacerá al despuntar el alba cada día anhelo
Llegué a mi isla… Buscaré terreno para sembrar en él
No importan las canas, las arrugas, y si en mi alma hay hielo
Descansaré... -tendido…- bajo las sombras de un olivo y de un laurel.
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