El pez por un penalti muere

Escena 1
El padre 35 años
El hijo ( Daniel ) 10 años
La madre 33 años
Día


La familia pasea con tranquilidad por las viejas calles del centro, cuando el hijo pequeño ve en el aparador una cámara de video.

Hijo : ¡ Papá! ¡ Mira esa cámara! ¿ No me la compras?
Papá : No hijo, está muy cara, no tengo dinero.
Hijo : Por favor, sí tienes.
Papá : ¡ Que no, ya te dije que no tengo dinero!
Hijo : Si no me la compras me la voy a robar.
Mamá : ¡ Daniel! No digas eso.
Papá : ( Toma a su hijo del brazo) Mira Daniel, prometo comprártela después, pero antes tienes que pedir perdón por lo que dijiste.
Hijo : ¿ Lo de robar?
Papá : Sí, eso mismo. Uno no puede robar, seria deshonesto, como hacer trampa, y no hay nada peor en la vida que ser un tramposo. ¿ Me entiendes?
Hijo : Si papá, ya entendí. Ser tramposo es malo.


Y 6 meses después, el papá llega a casa con un regalo para su hijo.

Mamá : ¿ Qué le compraste?
Papá : Ahorita vas a ver... ¡ Daniel!
Daniel : ( Llega corriendo a la sala donde están sus papás) Mande.
Papá : Mira lo que te traje ( Le muestra la caja)
Daniel : ¡ Guauuu! ¿ Es un regalo?
Papá : Sí, ábrelo.

Daniel abre la caja y se alegra al darse cuenta de que es la cámara de video que su papá le había prometido.

Papá : ¿ Qué te parece campeón?
Daniel : ¡ Está padrisima!
Papá : Yo sabía cuanto la querías... y aprende a usarla pronto porque dentro de una semana tu papá juega la final en la liga y quiero que grabes cuando levante la copa.
Daniel : ¡ Si! ¡ Gracias papá! ( Lo abraza)

La madre los mira sonriente.


Una semana después, llega el día de la final.

Papá : ( Está apurado para salir de casa y llegar al campo de fútbol) ¡ Hijo! ¡ Daniel! Vamonos ya, que tengo que llegar al partido.

El hijo baja corriendo las escaleras.

Daniel : ¡ Ya estoy listo!
Papá : ¿ No se te olvida la cámara verdad?
Daniel : No, aquí la traigo. ( Se la muestra)
Papá : Eso es todo. Órale mujer.
Mamá : Sí, vamonos.

Salen de la casa.

Llegan al campo de fútbol.

Daniel : Suerte papá.
Papá : Gracias hijo. ( Le da un beso a su esposa)


Daniel se coloca a un lado de la cancha junto a su madre, y desde ahí graba las acciones con su cámara. Comienza el partido. Hay muchas llegadas, pero ninguna se concreta. Pasa el tiempo y el letrero muestra que es la segunda mitad del partido, minuto 45 y el marcador empatado a cero.

Pero en ese instante el arbitro marca un penalti a favor del equipo en el que juega el padre de Daniel. Los jugadores de la escuadra contraria reclaman que la falta fue fuera del área. En las gradas se arma un alboroto. La madre de Daniel da brincos de alegría, mientras que el pequeño no deja de grabar. Mientras tanto su padre toma el balón para disparar el tiro del castigo, aunque las reclamaciones sobre el arbitro son cada vez más fuertes.

Junto a Daniel hay un señor que grita:

Señor : ¡ Pinches tramposos! ¡ Eso no es penalti! ¡ Fue fuera del área! ¡ Pinches tramposos!

Después de escucharlo, Daniel deja de grabar un momento y recuerda lo que algún día le había dicho su padre:

Papá : No hay nada peor en la vida que ser un tramposo.

Eso lo aturde un poco, pero al darse cuenta de que sigue la polémica en la cancha, ajusta la cámara para revisar lo que había grabado. La imagen no le deja la menor duda, la falta había sido fuera del área. Está consciente de que eso le quitaría el penalti a su padre, así que dirige su mirada hacia él y luego... corre hacia el abanderado...

Su madre le grita:

Mamá : ¿ A dónde vas hijo?

El arbitro asistente, que no se había inmiscuido en la bronca que se desarrollaba en el área, mira que el pequeño Daniel se acerca.

Daniel : Mire ( Le muestra la repetición de la jugada. Se da cuenta del error del arbitro. )
Abanderado : Gracias niño ¿ Me prestas tu cámara un momento?
Daniel : Sí.

El padre de Daniel mira con extrañeza a su hijo. Por su parte el abanderado saca al arbitro del remolino de jugadores , le muestra la grabación...

¡ Y decide eliminar el penalti!

Entonces es el padre de Daniel quien junto al resto de sus compañeros reclama con fuerza al arbitro, pero no pueden hacer nada al respecto.

El juego continua, se van a la tanda de penaltis y el equipo del padre de Daniel pierde el campeonato.

Sus rivales festejan, mientras que Daniel, con su camarita de video colgada del cuello, se siente acechado por la mirada furiosa que su padre le lanza desde lejos...


La siguiente escena, muestra que la familia va de regreso a casa en el automóvil. Los tres van con caras largas. Finalmente el papá dice:

Papá : Por eso no quería tener hijos...

FIN