Somos lugares. Estoy en un lugar único. Este sitio, con esta determinada textura, esta banca, es un lugar con sus características particulares, ningún otro las tiene, y cambia, pero nunca es como los demás lugares. Y nosotros también somos lugares, y andamos de lugar en lugar. En este lugar a veces llueve, a veces no, a veces el sol quema, a veces llueve como si no hubiera mañana, o como si no hubiera ayer. Hay otros lugares sin embargo, más famosos, en los que todos quisiéramos estar. Pero aquí hay un vagabundo que siempre grita, el vagabundo que está alrededor de este lugar en particular, único en el mundo, como mi cuarto, donde duermo y sueño, es un lugar, con sus condiciones atmosféricas únicas, su orografía única, y claro, condicionado por otros lugares, los lugares circunvecinos, los lugares adyacentes, los lugares adjuntos, los lugares contiguos. Simplemente en el planeta tierra, es maravilloso que pueda haber tanto lugar. Yo mismo soy un lugar. Y me siento orgulloso de que nadie haya estado en mi lugar, que nadie haya sentido lo que yo he sentido, porque así puedo yo desentenderme de todo, mandar todo por un tubo, porque los otros lugares quieren invadirme, pero hay que aclarar muy bien la independencia, relativa independencia desde luego, pero hay que defenderla. Algo anda mal con el teléfono, con la comunicación. Bueno. Así está la cosa. Desde este lugar se pueden ver otros lugares que sólo desde este lugar se pueden ver de esta forma. Esto también hace de este lugar algo muy especial. Y me gusta y es acogedor. Mis costillas son acogedoras, mis órganos a veces duelen y sé que me harán pagar cada satisfacción, cuando por fin exploten. A veces la cerveza entra, la cerveza también es un lugar, y entra en mi lugar, en ese lugar de mi cuerpo destinado a la cerveza, y al otro día ese lugar en particular, o esos lugares y otros relacionados se ven afectados y todo mi cuerpo entra en una crisis hermosa, y me doy cuenta de mi fragilidad. Este lugar en el que estoy en cualquier momento puede desaparecer con la llegada de un tornado. Por suerte no estoy en zona de tornados. Pero es un tornado figurado desde luego. Entonces, cuando mi refugio sea vulnerado por los demás lugares y sus efectos corrosivos, entonces iré por fin a otro lugar, yo, yo, el que habla, y me pregunto a qué lugar iré, o a qué lugar me enviarán. Mi refugio presenta ya varias coladeras, por donde entra el viento durante la tormenta. Algún día el viento me tomará y me elevará y me azotará y después tal vez aprenda a planear. No lo sé, nadie lo sabe. La música suena. La música es un lugar. Por aquí flotan los lugares. Los museos, las obras de arte, las columnas y los hormigueros, todo contenido dentro de mi ser, dentro de mi cuerpo, mi refugio, mi lugar, que va de lugar en lugar.