De nuevo la bestia palpita suscitada por la sed insasiable del aliento de aquellos que sólo aparentan, no jugueis conmigo porque podies salir heridos y no te esperanceis de este cuerpo porque lo maneja un demonio; sufrireis en el momento en el que se despierte por completo y correreis en busca de ayuda que no encontrareis, porque vuestras almas malditas arrebataré y el fulgor eterno de mi ira les quemara...
Texto agregado el 23-06-2011, y leído por 133 visitantes. (1 voto)