En la huella que dejaste
nació una flor
y yo la dejé que invadiera
mí casa y hasta mí boca.
Todas las mañanas la fertilizaba
y en las noches la desnudaba,
cuando tenía demasiado frío
la cubría con todo mí cuerpo.
La dueña de la huella volvió,
pero alguien se adelantó
y su pie dió la medida exacta
en mí corazón.
Texto agregado el 22-06-2011, y leído por 507
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
08-07-2011
1* LACANIANO
06-07-2011
muy bueno, si alguien se va, se arriesa a qe cuando velva ya hayan ocupado su lugar y aca lo demostraste, +++++ siempre_es_hoy
23-06-2011
Aca en mi pueblo hay un dicho popular que dice: "El que se fue a la villa, perdió su silla"... Así que a eso se exponen los que se van. ¡Bien hecho! ***** zarastustra
22-06-2011
muy hermoso. elalquimista
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