Tijuana BC Jun. 2011. Palabras de un jueves 19 de mayo.
Hola, buenas tardes, gracias por acompañarnos.
Permítanme presentarme, soy Andrea Guadalupe, alguien que nació como varón biológico, aunque me identifico como parte del género femenino.
Situación que se conoce como disforia, y a quienes la vivimos, aceptamos y tratamos de encontrar el equilibrio, paz mental, y existencial, somos conocidas como personas transgéneras.
Y al hacerlo yo, me incluyo como parte de una lucha que muestra también la rebeldía al no permitir que me repriman las normas socioculturales donde sexo biológico, es igual a género.
Soy persona transgresora de este binomio, me defino como mujer, aunque en este terreno, existen infinidad de definiciones, hay quien se asume como mujer biológica nada más, y desde mi punto de vista, creo se puede hablar de distintos tipos de mujeres, como la mujer rural, la mujer urbana, citadina, la mujer de letras, la mujer profesionista, la mujer obrera, trabajadora de fabricas, la mujer de hogar, y entre todo este universo, me incluyo, yo, mujer trans.
Y aclaro, si no me defino a mí, por mi misma, me destrozaran las fantasías que se hacen de nuestra situación, algunos individuos.
Y aunque yo creo que todas las personas T, tenemos un interés común en la lucha política contra quienes temen y desprecian la diversidad sexual y las diferencias en todas sus maravillosas formas, no creo que todas seamos excluidas, rechazadas de la misma manera, ni exactamente por las mismas razones.
En está celebración de la Jornada Cultural vs la Homofobia, quiero hacer una observación sobre la identidad de la mujer T, y la de ser incluidas en la lucha por alcanzar nuestra dignidad frente a los tipos de rechazo manifestados por las masas sociales.
No es mi propósito, mostrar una historia que describa esas confesiones que lo dicen todo, y que parece que a las personas con morbo, les encanta escuchar una y otra vez, sino señalar las dificultades que enfrentamos con los estereotipos de género que otras personas proyectan sobre nosotras por identificarnos como mujeres y además trans.
Estoy aquí para hacer una invitacion a la reflexión que anime a la comunidad T, sin importar si somos; Transgéneros, Transexuales, o travestis, a reconocer que estamos en el mismo barco, y somos victimas de las mismas rígidas normas culturales del género.
Porque enfocarnos en el termino trans, como un tipo de talla única, es algo que sin darnos cuenta, ha borrado las luchas que enfrentamos quienes nos encontramos en la coincidencia de múltiples formas de prejuicios.
Y ahora, como mujer trans declarada, encuentro que quienes intentan despreciarnos o burlarse, no lo hacen por el hecho de no llegar a ajustarme a las normas de género.
Lo más común, es que lo hacen para humillar lo femenino.
Y el hecho de que nos presentemos y vivamos como mujeres, a pesar de haber nacido como varones, y haber heredado el privilegio masculino, desafía a quienes en nuestra sociedad glorifican la hombría y la virilidad, así como a quienes encuadran las luchas que desafían las mujeres en general, y las personas lesbianas, gay, y bisexuales, exclusivamente en términos del privilegio masculino y heterosexual.
Y en un mundo en que lo tierno, delicado, y femenino, es despreciado con tanta frecuencia, tal vez ninguna se considera más artificial y dudosa que las expresiones tiernas, delicadas, y femeninas que puedan surgir por parte de un hombre gay, así como de mujeres T.
Esto ha influido en aceptar papeles de sometimiento, y en que las únicas funciones laborales que generalmente podemos encontrar en está sociedad, sean reducidas a únicas opciones aceptables socio laborales, como son las funciones de actrices de show travesti, estilistas y trabajadoras sexuales, aparentemente diseñadas sólo para el consumo de la población discriminante.
Y a pesar de haber asumido nuestra identidad y defenderla, somos objeto de burlas homofóbicas, machistas, que intentan reducir a caricatura toda representación de lo que significa ser mujer.
Otro ángulo del problema, es que la propia transfobia interna entre la comunidad LGBTI.
Es muy común encontrarnos segregadas, basadas en el concepto de que no logramos mimetizarnos socialmente, o no consolidamos al estereotipo de las mujeres biológicas.
Entre estos ángulos, navegamos, encerradas en una trampa que amenaza con desparecernos de las manifestaciones contra la homofobia, de la que somos victimas de forma, no de fondo de discurso.
Y creo que, en lugar de aceptar a una trampa que, enfrenta a quienes se ajustan a las normas de género, y las que nos situamos afuera de las mismas, poniéndonos, un@s contra otr@s.
Pienso que debemos trabajar para desafiar todas las formas de asumir la homofobia, ya sea que este dirigida a l@s lesbianas, gays, bisexuales, y otr@s.
Porque en cualquier caso, comienzan con la imposición de ideas preconcebidas y juicios de valor, sobre los géneros, los cuerpos, y comportamientos de otras personas.
Situación que continuara hasta que no construyamos ese discurso de dignidad y seamos nosotr@s, l@s que convoquemos a una vida, no sólo un día contra la homofobia.
Gracias.
Palabras con que se abrió la conferencia lectura dramatizada; Mujeres T, en la Jornada.
Jueves 19 de mayo de 2011, en el IMAC.
Instituto Municipal de arte y Cultura, en Tijuana BC.
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