Abulorio y Aguja fueron los primeros en llegar aquel sábado a la casa Experimental luego del receso invernal. Los demás expes todavía seguían de vacaciones y habían avisado que llegarían el lunes directamente para reincorporarse a sus tareas habituales.
Amarga fue la sorpresa de Abulorio y Aguja al ver todo mucho más desordenado que de costumbre. Los objetos estaban desacomodados, como si alguien hubiese estado revolviendo para encontrar vaya a saber qué.
Al llegar a la sala de reunión se encontraron con una escena escalofriante:
La pesadísima Remington de César, incrustaba una de las filosas esquinas metálicas en el cráneo de Silvimar. El espejo de Marcelo estaba destruido y uno de los pedazos atravesaba el corazón de Eride. El cuerpo de Mariadelassopas estaba en posición fetal congelada en la heladera “Conyeleitor suprem", fabricada en Novokubetzkaia, Dulcequimera yacía sangrante con una botella rota de Ron clavada en su cuello. El mantel de hule tapaba el cuerpo sin vida de Evaristodenea y dentro del baúl se encontraba descuartizado el cuerpo de Nayru. Mapy, Galileo, Brandon y las arañas hervían en una olla a presión junto a unos pelones y ciruelas que serían compota más tarde.
Por fin el alarido desesperado de Abulorio y Aguja estremeció el lugar:
-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!! -gritaron simultáneamente
Abulorio se acercó lentamente con lágrimas en sus ojos al ver la lámpara de lava derramada sobre el piso y Aguja lloraba la mancha de liquit paper sobre su vestido de terciopelo, una mancha que ni Mister Músculo podría sacar.
-Esto no va a quedar –dijo casi con ira, Abulorio- Encontraremos al culpable de quien hizo todo este desastre!
-Y también que ejecutó a los ex expes -agregó Aguja.
-Pero primero el que hizo el desastre –aclaró Abulorio para organizar las prioridades.
Siguieron recorriendo la casa, cuando Aguja, gritó su Eureka:
-Acá está
Abulorio corrió al baño y efectivamente, ahí estaba: ¡la budinera sobre el bidet!
En la bañera aún tiritaba del efecto de sobredosis Walter, el fumanchero devenido a mayordomo y que quedaba al cuidado de la casa Experimental durante las merecidas vacaciones de los Expes.
-Fui yo… fui yo… -repetía tembloroso el artesano.
-Pero Walter… ¿por qué? –preguntó Aguja- ¿por qué manchaste el vestido?
-No manché el vestido, fue cuando corrí a Mapi para capturarla… había sacado alas y volaba por la sala… es que no quise que quedaran testigos –confesó.
-No entiendo… ¿por qué mataste a los ex expes? –interrogó Abulorio.
-Por el dinero –dijo
-¿El dinero? –preguntaron a duo Abu y Agu
-Si, lo busqué por todas partes, ustedes siempre hablaban de cuidar el dinero, de que era un dinero grande, y siempre escuché que estaba aquí, en la casa Experimental…
-Walter, acá no hay dinero, nosotros decimos que somos Gente como Uno, pero somos unos pobretones como vos… -intentó ser comprensiva Aguja.
-¿Ah sí? Y eso de los dólares que hablan? –preguntó Walter
-EL Dólar! ¡La planta de dólar, animal! –aclaró Abulorio

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