Noche de campo estrellado,
la puerta hacia el pasto,
y hacia ningún lado sus ojos.
Sin fuerzas y sin aliento
tenia que morir en martes
y no en ningún otro día.
Esencia y maestro de humano,
renacer y volver a morir
siempre fue para él,
una historia de preguntas,
y la búsqueda de respuestas.
Quisiera saber escribir... y decir,
expresar lo simple y lo sencillo,
pero no es tiempo de escuchar.
En cumplimiento del deber,
mientras trabajo en sus letras,
minúsculas y erradas son las mías.
Sobre lunas y fantasmas
gastamos sueños no encontrados,
y noches y desvelos y amistad.
Que si la amistad no se gasta,
de tanto usarla y sobarla,
la permeabilizamos como sentimiento.
Tenia que morir en martes,
sin fuerzas, sin aliento,
y hacia ningún lado sus ojos.
La puerta hacia el pasto,
noche de campo estrellado,
como a él, tanto le gustaba. |