Cuando alguna noche
no logró dormir
se levantó y observó
en cualquier espejo
a fin de saber
si en realidad
se encontraba y estaba.
Necesitó conocer
si a alguien importó
Acaso si importó
o adquirió relevancia.
Como un diente mas
en la rueda de la desgracia
llamó a la alegría
y ella acudió
a sus días.
Tomó la forma
de sus queridos descendientes
y de la mujer benevolente
que solía vibrar
en su misma longitud de onda.
Notó que no era único
sólo uno mas
pero existía.
Eso era más que suficiente.
Cuando logre dormir
habrá de compartir otro sueño.