Debilidad 1
Me llamo Lia, tengo 32 años, vivo sola en un departamento en New York soy administradora en un hotel, pero no me da lo suficiente para vivir, vivo completamente en una depresión, llego todos los días y ni un perro me recibe, prácticamente soy la única que vive en ese piso. Mi departamento es muy bonito tengo una terraza enorme y son dos partes una donde vivo yo y la otra esta desocupada, pero las dos partes son mías, tengo muchos amigos pero de verdad amigos de verdad, solo tengo a Jaime, el es doctor, pero en su tiempo libre es pintor, el es homosexual, actualmente no tiene pareja.
Regresando a mi vida, como les decía yo vivo sola, hace tres años que me divorcié de mi esposo, vivo en New York desde hace 15 años, mi amigo Jaime le debe mucho dinero al banco, por desgracia le quitaron su casa, a si que yo le ofrecí que viviera conmigo, un buen día Jaime y yo fuimos muy contentos a trabajar.
-ya es hora de irnos, yo por mi llego tarde, pero tu no puedes llegar al hospital tan tarde. - le dije.
-si lo se, pero es que no encuentro mi credencial, creo que la deje en el hospital, deja llamo para estar seguro,
El hablo al hospital , y le dijeron que si que ya la tenían en el checador, al salir del edificio, un carro estaba estacionado enfrente de la calle, el cual nos siguió hasta la esquina, cuando nos pararon, y nos metieron a la fuerza a una camioneta, en pocas palabras nos secuestraron, perdimos noción de donde estábamos, pero despertamos en un lugar muy feo lejos de la cuidad, en ese lugar se encontraba un hombre delgado, pero muy delgado de bigote pelo castaño, lleno de golpes en todo el cuerpo vestía un pantalón de mezclilla y una camiseta blanca con los ojos tapados y con un parche en la boca, que al escuchar gritos nos pidió ayuda, a los dos nos golpearon y nos dejaron inconcientes pero ese mismo día Jaime pudo despertar y logró desatarse, y buscó una forma de escapar la casa de seguridad. La casa tenia un segundo piso era una cabaña en la que se guardaba mucha paja y maquinaria para el campo, lo que indicaba que estábamos en medio del bosque, Jaime subió en donde había una ventana pero estaba con candado, los secuestradores no contaban con que había una escalera en la parte de arriba y podíamos salir por la azotea, ese día no pudimos escapar ya que yo estaba herida de una pierna, pasaron dos días sin saber de las personas que nos secuestraron, para poder escaparnos Jaime acomodó la escalera para poder salir por la azotea, acercó al chico que se encontraba en ese lugar y el se alejó con miedo.
-espera, no te vamos a hacer nada vamos a tratar de escapar, pero necesito desatarte para poder ayudarte - le dice Jaime
- espera, no te vamos a hacer nada, vamos a escapar – yo le dije. - mira deja te quito la venda de los ojos y te quito el parche de la boca - al quitarle la venda de los ojos los tenia cerrados, cuando los abrió, vi los ojos mas hermosos de toda mi vida, eran color verdes. Primero subí yo y luego subió el hombre y luego subió Jaime, pero al escapar uno de los guardias entro a la cabaña, y empezó a disparar, Jaime y yo pudimos escapar, pero el hombre no, traté de correr, y nos escondimos atrás de una arbustos, pero el hombre se quedo en la casa, caminamos mas de un día hasta que logramos ver una carretera, caminamos hasta llegar a una caseta, ahí nos ayudaron, y regresamos a casa, Luego de hacer una declaración en la policía, por la noche regresamos a casa por la noche no pude dormir tan solo de saber que pude morir, pero también pensé en el hombre que se quedó en la casa, fué una noche muy larga, por la mañana desperté, y Jaime ya había hecho el desayuno.
-¿hola, como amaneciste? - pregunta Jaime.
-mal, no pude dormir. - le dije.
-yo igual, no dormí bien, fué muy feo lo que pasó, pero la vida sigue.
-si lo se, pero que mala onda lo del hombre que se quedó en la casa, tal vez este muerto.
-pero que podemos hacer. – dijo Jaime.
Nos fuimos a trabajar, al llegar estaban mis cosas afuera de la oficina del hotel, la secretaria me dijo que el jefe me estaba esperando, entré a la oficina y Pablo mi jefe me dice:
-estas despedida en tres días no te has presentado a trabajar a si que estas despedida.
-pero no es justo, me secuestraron, y no pude venir.
-si como no, mira ya vete, por que tengo mucho trabajo.
Literalmente me corrió de mi trabajo, y el estaba ocupando mi lugar, intente entrar de nuevo a mi oficina, pero la gente se seguridad me saco del hotel con todo y mis cosas, no regrese a mi casa me fuí a dar la vuela, tenía mucho coraje, me habían corrido, por algo que no que estaba fuera de mis manos. Por la noche regrese a casa, Jaime ya se encontraba en casa, pues le tuve que contar.
-hola, ¿como te fue en hotel?
-mal, me corrieron. - le dije
-¿pero por que? - el me preguntó
-que por que falté muchos días, mira ya déjalo. Ya no quiero saber nada, y como te fue en el hospital,
-bien, mucha gente me preguntó que como me encontraba.
-que bueno, me voy a la cama. - le dije.
No pensé en nada, solo quería olvidar, así que tome alcohol hasta que me canse, no dejaba de pensar en ese hombre, lo mal que la podía estar pasando, me estaba enamorando de alguien que no se nada de el, que no se si este vivo, o muerto, me emborrache, eran muchas cosas las que me estaba pasando, era mujer sola, sin hijos, sin novio, esposo, tenia poco de ser secuestrada, me corrieron de mi trabajo a si que me sentía muy mal. Al día siguiente me levanté muy tarde con mucho dolor de cabeza con una buena cruda, no podía levantarme, lo primero que hice fue, ir al baño y volver el estomago, fue un día muy difícil, pasaron muchos meses para que yo encontrara un trabajo, hasta que pude entrar a una empresa de exportaciones, como administradora de algunos proyectos de la empresa, me acuerdo que el día de mi entrevista me puse muy nerviosa, tenia mucho tiempo que no trataba con gente tan profesional, al paso del tiempo me fue muy bien gané muy bien, todo iba muy bien, y todavía mas cuando un día mi vida cambió.
Por la mañana antes de ir a trabajar desayuné con Jaime.
-sabes, todo lo que me está pasando es maravilloso. – le dije.
-pues que bueno, tanto tu vida como la mía ha cambiado. - dice el.
-si estoy muy feliz.
-si ojala y dure para toda la vida. – dice Jaime. Por cierto se me olvidaba, tengo un paciente que pues no tiene nada, está en la calle y ya no puede estar en el hospital a si que lo puedo traer, no va a hacer nada, es un hombre indefenso.
-pero no sabes nada de el.
-si ya lo investigue y es un inmigrante de España.
-espero que no me pongas en riesgo.
-te juro que no, es mas es una sorpresa y cuando lo veas me vas a querer besar los pies.
-ja, ja no lo creo.
Al salir tomé mi auto y llevé a Jaime al hospital, fué un día muy atareado, pero me gustó, las acciones de la empresa aumentarón desde que llegó el nuevo equipo al que yo pertenezco, por la noche llegué a mi casa, como todos los días, abrí la puerta, dejé mis llaves en la mesa, y mi bolsa y saco los puse en el sillón, cuando Jaime entró de la terraza al departamento, me dijo "ya esta aquí el paciente, esta en el cuarto de visita" al entrar, ví a un hombre tendido en la cama, si era el era el hombre que secuestraron junto con nosotros, no lo podía creer el estaba en mi casa, se veía realmente muy mal, muy débil.
-¡pero como es que esta aquí! - le dije.
-sh... que lo vamos a despertar, mejor platicamos en la sala, mira un día lo ví afuera del hospital atrás de unos contenedores de basura, lo ví por que escuche unos quejidos y me llamo la atención, así que, moví los contenedores y lo ví lleno de sangre y de golpes, pedí ayuda a los policías y pedí una camilla, de inmediato lo atendieron, lo identificó un policía, lo buscamos en la base de datos de la policía, y ahí estaban sus datos.
-¿como se llama?
-se llama Guillermo Gil, tiene 33 años, es español. Pero vivió en México muchos años, pero como no tenia trabajo, llegó a Estados Unidos y quedó en la calle por no tener papeles.
-estoy en shock, no lo puedo creer,
-pues, estará muy golpeado, ¡pero sus ojos están mas verdes!
Nos fuimos a dormir, me fuí a mi cama, pero no podía dejar de pensar en Guillermo, me levanté de mi cama y fui al cuarto abrí la puerta, y el seguía dormido, me acerque a la cama y le rose sus manos, eran tan suaves, su rostro igual, dormía como angelito, su rostro se me quedo muy grabado, por la mañana me levanté tarde y Jaime se quedó en casa a esperar a que el despertara, por la tarde hable a la casa para saber de Guillermo.
-que paso con... ya sabes. - le dije.
-Ya despertó, pero se quiere ir dice que no tiene nada que hacer aquí, yo ya le dije que mejor se quedara que no le vamos a hacer nada, pero no se quiere quedar, ¿que hago?
-Pues nada, si se quiere ni modo, tal vez el tenga miedo, y no quiere estar en la casa.
Al dejar de hablar por teléfono, el ya se había ido, pasaron dos meses para volver a verlo, lo estuvimos buscando pero nada, al poco tiempo Jaime logró llegar a ser jefe de unidad, en el hospital y un día, llego un cuerpo prácticamente, muerto, lleno de golpes, de sangre, muy débil y delgado, Jaime de inmediatamente lo identifico, y me llamo, ya lo tengo regreso Guillermo.
Continuara...
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