Huyo por las calles
intentando despistarla
fluyo entre los rincones mas reconditos
en las esperas mas amargas
cuando empujo mi alma al precipicio
y se que no hay nada que hacer, ha ganado la partida
vuelvo a mi cárcel, vuelvo a mi cueva
sin saber muy bien quien soy
las fotos, los espejos, dejaron de tener la respuesta
ya no hay vuelta
solo hay dudas
solo hay dolor en la cordura
y desesperación en la tristeza
suerte del que reza, y se reconoce en otro ser
hace tiempo que dejé de juntar los puños
y perdí la fe, y encontré al vacío
y salté, y corrí, y volé
sin pensar en consecuencias
sopesando la certeza
amando la miseria
y destruyendo todo aquello que encontré
solo queda lo injusto, la nada
la necesaria y bella condena
de que aunque parezcamos infinitos
tendremos nuestro fin
porque ella nos define
nos define a todos por igual.