Se despertó; rápidamente se dirigió al baño, se duchó, se arreglo los cabellos, se maquilló,se vistió coqueta.
Mientras su esposo se alistaba para ir a la empresa; preparó el desayuno.
Ella, estaba alegre, no decía nada.
Mientras desayunaban, su esposo leía el periódico.
La esposa trataba de llamar la atención, y, él no se daba cuenta de nada.
-¡Se me hace tarde querida!, dijo cortante y nervioso.
Se despidieron con un beso, beso cotidiano de hacia veinte años.
Ella lentamente cerró la puerta.
La tristeza se fue apoderando de la esposa, aunque todavía el dia no había terminado.
Las horas pasaban, no la llamaba por teléfono, no la invitó a cenar.
A las veinte horas regresa el esposo del trabajo y dice, -¡estoy muy cansado!, se quitó el saco, y se sento en un sillón observando el fuego de los leños del hogar.
Ella, contenía las lágrimas, un nudo en su garganta le impedía pedir explicaciones, solo pensaba que ya no la amaba.
El esposo distraido no se daba cuenta de nada....
Llaman a la puerta, ella lentamente camina a abrirla, cuando lo hace ve un muchacho con dos docenas de rosas.
-¡Son para usted!, le dijo y se fue rápidamente.
Ella, se puso felíz.
Pensó, mi esposo me ama todavía, hace veinte años que estamos casados, y, élnose olvida de las rosas en mis cumpleaños.
Entro a la casa, y exclamó, -¡gracias mi amor!.
El, no comprendía nada, había olvidado la fecha, el cumpleaño de su esposa....
El florista lo recordó y recordó que cada año, el 10 de septiembre por pedido de su esposo debe enviar a esa dirección dos docenas de rosas....
MARIA1 |