Te escuché decir que todo tiene un precio
que todo se vende, todo se compra
te ufanabas ante ella, del poder que ostentabas

Tienes plata y yo contigo negociar quiero
ahora soy hombre y tengo mucho que vender
traigo la cobardía de un infante sobre la espalda
la impotencia de unas manos pequeñas
un corazón latiendo, ante el miedo acelerado
te vendo mi niñez empequeñecida
la figura descomunal de un hombre con los puños cerrados
Y esa voz que me aterra por las noches no la conozco papá
me es ajena, ¿por qué la llevo en el recuerdo?

Tienes plata papá; te vendo las noches largas en que desee ser tú
Para hacer girar los puños contra mi propio cuerpo y así probar el sabor de mi propia fuerza.

Desde el otro lado; valorar su intensidad y sentirme poderoso.
Cómprame la gloria de saberme derrotado, sin haber luchado
Y las noches aquellas en que el llanto, era una sola lágrima
Que rodaba por mi mejilla al quedarme dormido
justo donde debiste posar el beso de buenas noches hijo se secaba.

Tienes plata papá te vendo, cómprame, todo cuanto de ti poseo
es demasiada carga; ya no puedo con su peso
el balance al final del día surge; cuando duermo y quema mis sueños.