Un anciano, tierno, comprensivo de la vida, vivia frente al mar.
Su compañero de pesca, un joven orgulloso, vanidoso que siempre obtenia más pscados, y se jactaba de ello frente al anciano, no querido por nadie en el pueblo.
El anciano solo sonreia y con su paciencia no decia nada si no pescaba.
Así, siempre, el joven no podía con su genio, hasta que un dia salen de psca en una pequeña barcaza.
El sol se acercaba en el horizonte, el mar estaba tranquilo, apenas las olas serenas, y, parten ambos.
-¡Te ganaré!, ¡sí! , sacaré mas pescados que tu anciano!, ¡como siempre!...., le dijo el joven.
El anciano estaba algo cansado pero fue igual.
Cual sria la sorpreza, que el anciano comenzo a sacar un pescado tras otro,.
El joven, nervioso, ya no hablaba, no pescaba nada...
Y, así, sin pescar regresó el joven ,y, el anciano con diez pscados muy grandes.
El anciano continuaba fatigado, no decia nada, solo una humilde sonrisa.
Cada uno partió a su casa, pero antes el joven orgulloso le dijo, - ¡mañana volveremos!, ¡tú no sacarás ni un solo pescado y yo, tendre que regalarte algunos míos!, y algo enfadado y burlándose del anciano; lo despidió., diciéndole, -¡yo pasaré en mi camioneta a buscarte que es mejor que la tuya.
-¡Bueno!, respondió el anciano.............
Al otro dia, a la madrugada, el joven golpea varias veces la puerta y grita, -¡vamos viejo!, ¡vamos viejo que se hace tarde!
Nadie respondió...
El joven indignado empujó la puerta con su hombro y gritó, -NOOOOOOOOO!, ¡no puede ser!
El anciano yacía en el suelo, había fallecido, su único amigo.
En el pueblo nadie le hablaba al joven, cuentan que todas las madrugadas, silencioso, sale en la pequea barcaza a pescar, como desafiando a Dios sin pescar nada....
MARIA1
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