Me encontraste en lo vulnerable.
Cuando la alegría se diluía
entre amargas letras
Plasmadas en tu cuaderno
con lápices discretos.
Cuando la suerte jugaba a las escondidas
como de costumbre.
Y otra vez, distraída
Sucumbí ante la belleza
Que creabas para mí
Envuelta de fascinación
Renuncié al orgullo
Renuncie al recuerdo
Dando la bienvenida al invierno
Esbozando una sonrisa furtiva
Brindamos una gran fiesta
Sin invitados, sin intrusos
Globos y serpentinas
Música todo el día
Bailabas, reías...
Me regalaste pedazos de felicidad
Felicidad plástica
Creí en tí
En tu mirada, en tu confusión
En sueños sórdidos de fabricación casera
Convertiste tus sombras
En pétalos de rosas insolentes
Que antes de llegar a mis manos
Tristes, se marchitaron.
Propuestas insensatas
Luego callas
Pasan los minutos
El reloj sentencia
Y el silencio también habla
Mescolanza de palabras
Frases hirientes adheridas a mi alma
Cuando mi boca también calla
Cuando me siento en una silla
Esperando que el reloj se detenga
Y que ya nunca más vengas
Texto agregado el 17-07-2004, y leído por 140
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
20-03-2006
está bien*5 corazonloco
21-07-2004
oh este poema
esta muy bueno,agradezco que
escribas. kerouac
17-07-2004
Excelente manejo del lenguaje... imágenes impecables y palabras precisas... :) dedalo
17-07-2004
No sea así mija. Yo tuve una polola igual. Campeador
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