Entrega el sonriente, de alegría rostro a la vida
forjado en lejanas; ilusiones mañaneras
cuando el alma mía; plena de llanto en quimeras
en loca osadía; festejaba sin razón tu partida
Es indispensable la sustancia; que en la lápida
se contiene en lo arcano; de las mismas eras
soy vida interrumpida; es menester lo supieras
nunca fui la añorada, tampoco la más querida
Fui sólo esperanza, del olvido al sufrimiento
un ser pleno de inconsciencia; ante lo cognoscible
del andado camino; un instante en aislamiento
Soy muralla inquebrantable; del viento al oeste
cual Hércules poseo columnas invisibles
lo mismo da que el matemático sume o reste
Texto agregado el 15-06-2011, y leído por 486
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Lectores Opinan
01-02-2013
Aunque no admirador de los sonetos, descubro la elegancia la dedicación con la que ahondas en los tuyos. Delirium
16-06-2011
usas un lenguaje muy
ameno y creo que peculiar me encantó librul-uton