Caminos sin tiempos, recodo de memoria, cielo en su amanecer, nublado del gris, por el celeste, horizonte al azar, de vuelos altos de golondrinas, unica compañia en su estar.
Obsrvando tras los cristales, la ciudad despertando.
Una mujer, ¡si!, en pensamintos como burbujas anteponiendo al amor,, esprandolo en dias qu vendran, que nunca pasaban y que no pasarán.
Dia agitado, mañana que pasa, brumas de esperas, contagio de otras damas.
Nervios que llegan, minutos que no pasan.
Sola, sola como siempre, desde dos meses en que fue su partida, partidas sin retornos, como lo dejó escrito.
Ya el minutero más rapido en su carrera.
Un hombre dice, -¡pase usted señora!
Audazmente corrió a su encuentro, le alcanzó un sobre, -¡adios!,
¡suerte!
-¡Adios!, la bella mujer distraida, abria el sobre y entre sollozos grita, -¡SERE MAMA!, luego murmurando vuelve a decir, -sere mamá, tres veces, cada vez más bajo, ya con tristeza.
Alegria que no dura.
Sola.
Sola ya, dos meses de ausncia.
Silncios, emociones controladas, agotamiento, pasos lentos, vencida, solo el sobr de compañia.
Afuera, taxis en espera, llama sin ver, ya no daba más, noche de insomnio, se acomoda en la parte trasera, y, un hombre le quita el sobr, ¡dice solamente ¡MI AMOR!
Un mi amor no escuchado, aturdida.
Se recuesta en sus hombros, lo abraza sin saber quien era.
El, le dijo, ¡estoy de vuelta!, ella se volvio a acomodar, se qudó dormida abrazandolo, no lo escucho, pero ra él, el papá del bebé, su esposo....

MARIA1