Pensar en ciertas cosas hace que me cuestione si tomé la decisión correcta. Tal vez sólo lo hice porque lo necesitaba, como un drogadicto a la heroína, yo a mi ex. Pero ya no encuentro razón, me he dado cuenta que por más que quiera, las personas no cambian, siguen siendo la misma mierda de siempre sólo que con distintos argumentos para justificarse. Es claro y conciso. Y a la vez triste pero cierto, es la cruda verdad.
Y lo peor de todo, es que no se si quiero esto, tengo la mente en otra persona, y esto me tortura. Es una mezcla de sentimientos, ya no es amor lo que siento, es cariño, ternura, ya no sigo enamorada creo. Pero ya es tarde para volver en busca de lo que realmente quiero, ya las cartas están sobre la mesa y acabo de perder la partida.