Ayer me levanté algo estimulado, un poco excitado y por que no repleto de incertidumbres. ¿Es posible que me duela tanto el talón? Se que esa vaina que esta sobre la maceta de amianto es irregular, pero ¿como poder estimular su líbido sin caer en las tentaciones del postre ser?
Corrí por las escaleras, por el porche, por cada cm de mi living y hasta la terraza. Nada, esa maceta seguia de amianto, con su vaina pendulante, estimulada y abarzada por un líbido aún mas peronista que el de ayer.
Sin miramientos tome el primer taxi a gas que vi pasar y le pregunte al chofer: "¿usted se llama alberto?, por que sino me bajo". Asintió con la cabeza y me dio un beso en la segunda falange izquierda. Algo lindo había nacido.
Bajé como todos los viernes de cuaresma en Pocajuntas al 1502, le pagué con un patacón serie 2 que siempre soñé y le ofrecí otra falange para que la deglutara a besos. Me parece que estoy algo gay ultimamente. Con dos pasos, no más, llegué hasta la casa de Juana. La encontré intentando convertise en Saiyan fase 2, pero es imposible, ella ya era rubia.
Listo, dejo la droga y me dedico a vender ballenitas. Es imposible mantener una familia siendo feliz.