Sobre los caminos convergentes, los destinos paralelos, la superposición de los nombres, la semejanza de las tardes, la circularidad del suceso temporal, la recurrencia del motivo, la reexposición de la noche, la complejidad de los silencios, el cruce de las vías, la reiteración de las consignas, la indeterminación de los programas, la recurrencia de las imágenes, la repetición del pasado, la no conciencia del presente, la ocurrencia, lo previsible de mañana, la soledad de las grandes ciudades, el helecho como fractal, los desencuentros, las partidas, los partidos, la Virgen de Luján, los embutidos, el humo de un cigarrillo, las parrillas , los cuchillos , las morcillas , las bebibas, los bebidos, los chillidos, los senderos encontrados, las europas, los brasil, la utilidad de las diagonales, la puntualidad de los colectivos, el elíptico devenir, el ir , le venir, el secreto de las rosas que rozan mozas intermitentes y otras muchas otras cosas, ya escribieron muchas otras gentes...
Por eso hoy sólo me voy a limitar a esperar solo a que llegue mi tatarabuelo que viene solo en ese barco con solo sus veinte años y sus dos grandes ojos solos...
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