Son días nublados en mi haber
En mi ser y en mi estancia estancada
Días oscuros que ya para mí son claros e invisibles
Que acostumbrados en mi andar sin camino, camino
Se hace difícil la caminata sin destino
Ya mis huellas no suenan como antes
Se borraron los espacios para mí
Construyo mil universos en la tierra sin son
En suelos infinitos que oigo mi andar cadencioso
Entre los ecos bastonales del ayer
Que a cada andar golpetea cual aviso de llegada
Cual permiso en los caminos de los otros
Que en ayuda vendran si leen mi pedido
Cubro mi rostro ennudecido y agrietado
Oculto mi mirada que ya no es la mía
Me guardo con gafas ennegrecidas sin brillo
Y oigo palabras vibrantes en los vientos
Que golpetea el timbre de mi sentido auditivo
A lo lejos siento que cae la lluvia entre los salpicos
Entre cielos que suenan y resuenan
Oliendo a humedal de tristezas.
Mi paisaje ya nos como el tuyo
Mi mirada ya no mira tus miradas
Ya no conoce más color que el negro comprensivo
Mis movimientos no son bruscos entre objetos
Recuerdo lo caminos que guarde en mi memoria
Y que a paso lento emprendo las marchas
Agito mis empalmes en derroteros pragmáticos
Llego al lugar donde no sé si llegué
Pero amo la vida aunque ignota en mi ser
Oscura y derramada al aire y al viento
amo la vida por mis sentidos y de más
y por lo que siento ablépticamente en recojo
el andar del ánima que me sigue sin sombras
sin espacio ni el tiempo que me sobra
si auroras que despierten mi parca mirada.