Hola compañeros cuenteros.
No sé si lo habréis notado, pero hace un tiempo que dejé de escribir aquí.
He tenido un tiempo de reflexión en el que, prácticamente, no he hecho nada y para nada me ha servido el no hacer nada.
No voy a contar mis problemas, todo el mundo los tiene y ya es suficiente, pero sí quisiera contaros un problema que me atañe tanto a mí como a esta comunidad.
Siento que tengo la cabeza llena a la vez que vacía, hace tres meses aproximadamente que no he logrado escribir casi nada. En estos tres meses tan solo he escrito cuatro textos de apenas 6 o 7 líneas, los leo y releo y no encuentro la esencia. Siento que estoy escribiendo por obligación y por eso no me han gustado esos textos que he escrito.
Muchos pensaréis que no debo obligarme, es más, yo pienso que la obligación es la jaula de la creatividad, pero me siento frustrada, porque llevo tres meses de parón, sin que salga de mi cabeza ni una mísera frase que la sienta mi corazón, porque espero me déis la razón, escribir no depende de tinta ni de teclados, depende de la unión que formen tu corazón, para dictar, y tu cabeza, para dar forma a lo que sientes y quieres decir.
Espero retomar el vuelo, soy joven y tengo mucho que expresar, y pido disculpas a quienes disfrutaban con mis historias.
Un beso a todos y a cada uno de vosotros.
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