Errante me abro paso entre las sombras
me guío de tu aroma para encontrarte,
nuestras manos se rozan persistentes
más tu alma se encuentra en polo norte y la mía no abandona el polo sur.
No distingo tus labios de entre la penumbra
más la gota que cae de tus ojos se ilumina,
las fotografías de tu tristezas a causa mía
retoman vida y se tornan ecos en mi cabeza.
Un simple "perdón" nuestra esencia no aproxima
la distancia que creo mi daga hoy no quiere perecer,
de golpe perseguir el amor que te abandona se convierte en mi causa
no me dejes corazón, aunque se que lo merezco.
Texto agregado el 06-06-2011, y leído por 92
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