mi perro y yo nos miramos... él movía la cola y yo sonreía... mi perro se puso en cuatro patas y salió por la puerta del cuarto, le seguí... han pasado las horas, días, semanas, meses y aún no le veo... extraño sus ojos, su cola en movimiento y sus ganas de correr sin parar, sin que nadie lo vuelva a coger... extraño su olor y todo el tiempo que pasó por mi vida, sin embargo, cuando me miro al espejo, observo una cola en movimiento, unos ojos brillantes y profundos en el centro de mis pupilas... puede que aún esté a mi lado, corriendo sin que nadie le coja, sin que nadie le haga cosquillas más que yo...