Intento escapar de ti pero me es completamente imposible, al intentarlo las calles se ponen cuesta arriba, del asfalto salen espinas que hieren mis pies desnudos, desde arriba el sol quema mi piel, el aire se pone pesado no puedo respirar...

En el camino aparecen distracciones a las cuales me acerco logran mantenerme ocupada por un momento casi al borde de la alegría, abro bien los ojos y me doy cuenta que no son más que arboles que me engañan con sus ramas haciéndome creer que son brazos extendidos que intentan abrazarme y entonces corro nuevamente mis piernas se doblan miro hacia atrás y te veo casi encima mío con tu puñal de indiferencia dispuesto a rasgar nuevamente mi piel y destruir mi corazón...

Me digo: no lo permitas e intento seguir corriendo, cierro los ojos y pido a quien sea fuerzas para continuar comienzas a alejarte ya no puedo sentir tu respiración en mi oido, corro...

Cuando volteo y ya no te veo se tranquiliza mi mente pero el corazón quema ¿será una sensación masoquista? ¿Será que prefiero que rasgues mi piel, que me mates poco a poco?...

Aletargo el paso para ver si sintiéndote cerca mío calmo el ardor en mi pecho, me distraigo nuevamente con gatos en la calle los miro algunos son tiernos pero ninguno se compara a tu alma bella de gato, cuando fuiste mi gato...

Te siento miro hacia atrás y ya no eres mi gato, eres un gato sin alma lo noto en tus ojos vacios, me asechas, intento avanzar pero me pierdo en tus ojos, algo me dice corre, escapa, pero no puedo camino hacia atrás y no avanzo por el miedo de no saber lo que vendrá...