2
Hoy no te reconozco,
llegas a mí, disfrazado de mendigo
sin tu aureola de luz;
¿cómo puedo llamarte
para que oigas mi voz?
Hoy no eres para mí
ese ser circunspecto y distante,
y tus manos húmedas
de pasión
me sacuden las letras
con violencia.
Hoy no te reconozco,
hoy me pareces cárcel
de una sola salida.


3
Es verdad…soy un árbol,
eché raíces en el mismo sitio,
quieta, mirando al cielo.
Yo necesito riego
porque me estoy secando de no verte,
mis hojas están mustias
porque no me ha caído tu rocío
y se doblan mis ramas
expectantes.
¿Cómo podré alcanzarte?

4
Así te amo,
con los ojos cerrados al miedo,
al sueño, a la distancia,
al reloj.
Así, con las manos vacías,
sin la primera noche, sin las nupcias,
sin la núbil ilusión adolescente,
sin ese todo que te ate
conmigo hasta la muerte.
Así te espero,
con los ojos abiertos a la vida,
al despertar, al cerco
de tu tiempo;
rebosante de amor, así,
desesperante en las futuras
noches por venir,
libre y confiado
bajo este cielo de sombras y estrellas.
Así te amo.


("Gritos de un amor improvisado")