Te hundes ingrávida dentro de ti.
La naranja desciende por la ventana,
El aire vagamente dorado
fulmina y trasluce las hojas.
La hora carcome la tarde
Y tu sigues tendida sobre la nube
Con suspiros de sol en tu espalda
Bebiendo mi aliento con tus ojos
Ya casi vencidos,
Ya casi anochecidos,
Cerrados.
!Que despoblado quedo yo!
El mundo tras la ventana,
El fuego, la brisa y tu alma;
Todo se lo guarda tu silencio.
Todo te llevas a tu sueño.
Y yo que todo miro
Sin que nada me vea;
Quedo muerto
Como la tarde por la ventana
Que anocheció tras tu cuerpo.
Texto agregado el 04-06-2011, y leído por 207
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