(Deja la taza en la mesa, se limpia la boca con la servilleta y comienza a hablar)

Te lo digo de una vez, me tiene podrida.
No soporto cómo se expresa, siempre buscando la opinión del cura de la Iglesia de acá junto y criticando a las chicas en minifalda, el otro día se atrevió a decirme que Dios condenará a todos los homosexuales y demás pervertidos en el mundo cuando llegue el día del juicio, me parece idiota como se aferra a algo que no existe.

Ah si! y ni hablar de Sofía, que esa critica a Carolina por estar tan fea, yo no digo si es fea o no,no me fijo nunca en eso, pero hay que ver cómo se siente divina la Sofi si ni lo es, siempre críticando a los estúpidos, feos, viejos, sucios, ¡como si fuera perfecta!

(Silencio por tomar café)

Ah y no te imaginas, Rosario se va tijereando por nacionalidades, que si los argentinos son imbéciles y sufridos, que si los mexicanos son flojos, que si los colombianos hablan como retrasados mentales o los peruanos no tienen sentido del humor, le falto decir que los franceses huelen a queso y sudor, ¡menudo cargamento de prejuicios se empaca la señorita! Me tienen con las pelotas hinchadas.

La verdad es que estoy harta de todas, son unas intolerantes de mierda, no puedo creer que tengan esa forma de pensar, me provocan repulsión, deberían encerrarlas en una mazmorra o hacerles ver su imperfeccion, deberían ser libres y opinar diferente, gilazas!!!


(Interlocutora toma la taza y bebe, mirando nomás con una ceja levantada)