Sabias que te extraño, que apesar de lo dicho no renuncio. Sabias que te amo, que las tardes me recuerdan a tus ojos mirando los mios. Sabias que me callo, cuando cierro los ojos y veo tu rostro en mis pupilas. Sabias que tu recuerdo intacto lo recuerdo, y me persigue como sombra a donde quiera que vaya. Sabias que tu amor todavia toca mi puerta y la melancolia transitoria pasa sin pedir permiso. Sabias que ya no estás conmigo pero no renuncio. Autor: Gladys Galicia Cordova.
Texto agregado el 03-06-2011, y leído por 159 visitantes. (3 votos)