Ya no hay tiempos entre los dos,
El cielo se esfuma ante nosotros,
Los mares golpean una y otra vez mi conciencia,
La piel se deshace pinchada por malditas agujas,
y tu ya no estás aquí.
A veces en sueños te veo con nuestro sueño entre tus brazos
Tan cariñosa y comprensible ¡Oh Dama mía!
Me amas y te amo, eso lo sabemos
¡Pero como decirlo al viento!
¡Como soplarle una y otra vez nuestra verdad!
La ciudad se me hace pesada y sombría
Ya los albatros custodian nuestros caminos
Y una tenue luz se filtra por la encrespada cabellera del bosque
El cielo se parte en millones de pequeños pedazos de diamante
Fluyen y fluimos a través del aire,
Somos dos luces entre un millón de soles.
Texto agregado el 16-07-2004, y leído por 141
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Lectores Opinan
17-09-2005
como las estrellas, una apra cada uno, anda a saber donde dreamcatcher
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