Substancia,
subliminal
y a falta de materia radiante
hago de tu memoria un beso mañanero
que allane mi día
y puestos de espaldas en las antípodas de la tierra
aún así nos encontramos
subsoñando el uno con el otro.

De mi subconciente
amenaza con surgir el mejor poema de la historia
dedicado a tus labios
y me quedo estático
congelado como burbuja en el hielo
sabiendo que más bello sería
ese prometido beso que te debo.

Me ralentizo
anhelando que el universo se parta en dos
y nos quedemos abrazados,
al fin juntos
en uno de los dos lados de estas dos pantallas...