PURGATORIO URBANO.
Por: Daniel O. Jobbel
(Narrativa breve)
Reflexión. ¿Somos nosotros el problema? Parafraseando una vieja canción advierto esto "el problema no es que duela, / el problema no es el daño/ el problema son las huellas/ el problema no es lo que haces/ el problema es que se olvida/ el problema no es que digas/ el problema es lo que callas/Y como deshacerme de ti " dice Arjona. Otra reflexión. Sí. De una carta de Sebastian Vergara en La Capital, Rosario, me sedujo a confiar otros secretos a voces. La creencia general, fue que Menem nos robó, que De la Rúa era un inútil y que no servía; que Duhalde era mafioso; que con Kirchner volvieron los Montoneros y que ahora Cristina no sirve para nada. Por eso estoy comenzando a sospechar que el problema no está en Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor o Cristina: el problema está en nosotros; sí, en nosotros como pueblo. Pero aclaro otra verdad: La corrupción rara vez comienza por el pueblo; escribió el gran Montesquieu. Y me sigue agitando penas. Entre tragos almibarados por la nostalgia y el alcohol he visto vencidos: a los fracasados, los exitistas, los bribones en un país negrero, junto con los cómicos de cuartel, los libretistas de esos discursos y sus odaliscas que bailaban, con sus manzanitas al aire, en los programas de una sociedad muy particular y machista. Porque pertenezco a un país en donde la viveza criolla es la moneda que siempre es valorada, tanto o más que un dólar; acota mi amigo Seba. Un país en donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo, basada en valores y respeto por los demás. El tirabuzón de sacar provecho es nuestra capacidad de sacar ventaja, cobrar peaje es nuestra habilidad para aprovecharnos de los demás. Y al fin, encaucemos dichas aptitudes para obtener un buen y jugoso rédito. Lo inentendible es porqué, si somos tan vivos, estamos como estamos. Usted Señor Lector: lea el párrafo siguiente y le explico. Hubo dirigentes que tuvieron un pasado pródigo sin proezas y jóvenes de porvenir gestados no en hitos propios, sino en decisiones de la Sra. Suerte con su concubino el Sr. Acomodo, hijo del ruin destino. Negados para nosotros los comunes, los simples, en porfía de algún bienestar. (En otras palabras sacaron ventaja…) Algunos fueron humanistas obsecuentes, existencialistas ventajeros, humanòides socialistas, hipócritas del horóscopo o fatalistas de paga medida, según les cupo el sayo. Cambiaron de camiseta como de calzoncillos. Tuvieron un felling con la izquierda y con el peronismo. En uno vieron lo irrealizable, en otro lo faccioso. Empresarios embusteros que llenaron sus arcas a rolete. Esos tipos estaban en pañales cuando la dictadura marcó a fuego, pero nacieron sensitivos, mitigando un dolor caprichoso y tal vez tardío, jamás exagerado por cierto, por no haber estado allí. En suma llegaron tarde al funeral de la muerte de facto. Arribaron al purgatorio cuando el Dante ya había escrito la Divina Comedia. Aunque "el odio no es buena razón para promover cruzadas ciegas ni para reinstaurar la Inquisición" dice Héctor Tizón, patentaron la culpa y la responsabilidad de las cosas que pasan es por siempre de los otros. Resumiendo la frase: 'yo argentino' y salieron a cobrar derecho de autor por todo el mundo.
Otros enfundados en trajes de revolución, con remeras de un Che fantasmal, aunque en la misma derecha de siempre, se tornaron perseverantes del modelo a seguir, dialoguistas empedernidos frente a los medios, engreídos, negociadores para un propio horizonte... Crearon coartadas con jornaleros y comisarios, que de frente, de costado, viendo el prontuario, sacando números, hicieron la vista gorda de gran bufón. Jugaron a ser transgresores, a ser transversales y elaboraron algún que otro tóxico político. Alguna vez firmaron algún manifiesto del Club de los Idiotas sabiéndose en el fondo inútiles, y tomaron vacaciones con dama ajena, producto de una vieja consigna (la estafa) de los padres fundadores del sistema capitalista. Hicieron de los pedales de la bicicleta un ejercicio financiero, pero como los gatos cayeron siempre bien parados cuando se les corto la cadena, ignorando la palabra corrupto. A través de sus relatos anudan una memoria colectiva sobre los años inmediatos al derrocamiento del gobierno peronista, etcétera, etcétera y etcétera. Período de proscripción, persecución, censura y muerte, pero también de instintiva rebeldía social y creativa participación popular. Lo que no saben era que existía otro país. Quién no se acuerda de las propagandas fascistas de estado. "¿Sabe donde está su hijo en este momento?". "La argentina potencia". "Proceso de Reorganización Nacional". Digo, nada del pasado ha finalizado del todo. Las sociedades participes que han sido proyectos de autoridad siguen estando vivitas y coleando. ¿Como entender esto? ¿Como transmitir una idea más clara? Impondría un gran debate lúdico. Pero pienso y no hablo de un accidente mero que nos ocurrió: El lenguaje, el cuerpo mismo, la conciencia, han quedado atrapado en esa espiral de violencia y terror que el Estado impuso, y aunque no los percibamos claramente, esa trampa modelo y el efecto de esa máquina de violencia llega hasta nuestros días y nos arrastra en muchos actos cotidianos. Años en que también existió consenso público para la destrucción sistemática de las instituciones del estado, es patrimonio de aquella época atroz. El universo menenista del "yo o la oscuridad" fue hijo dilecto de las enseñanzas y legados de la última dictadura. Hoy hay otras apariciones que nunca anduvieron por nuestras calles.
Unos pibitos pasan, revisan la basura. Entre metida y metida se rascan la cabeza llena de piojos. Otros, grandes y chicos, su lugar de trabajo es bajo un semáforo. Un semáforo no es un semáforo para todo el mundo. Para algunos, es un espacio laboral. No tienen más que unos minutos para intentar vender sus tres cuadernos por el precio de dos, jazmines, crayones de colores, linternas, hasta la próxima luz roja. "Marginal" es quien está al margen, "afuera" de algo. Afuera del sistema socioeconómico de mercado que nos aloja, a los que aún estamos adentro. Afuera de acceder a los bienes y servicios que este mercado "ofrece". Afuera de los "ideales" socioculturales. Ellos, los "marginales" al sistema, mientras tanto, siguen superviviendo quizás. Y, mientras tanto, también van produciendo su propia "cultura", con sus propias "reglas", sus propios "ideales truchados", su música callejera, sus propios "códigos", y hasta su propio "lenguaje". Esto es inevitable que se produzca. ¿Fue y es un proceso ejecutado a sabiendas? " Pertenezco a un país en donde los delincuentes tienen más derechos que las víctimas”, dice Seba; la inseguridad, la sobreprotección al delincuente y no a las víctimas, que ahora hay que pagarles e indemnizar a las viudas e hijos de los abatidos en enfrentamientos con la policía, ya que el proveedor de la familia cayó por su “trabajo”; sí leíste bien, entre comillas. ¿Qué carajo están haciendo por nosotros? Digo. Pregunto. Reformulo. Ya estamos en una “joda total”, por no cumplir con las leyes, que sí nos obligan a nosotros; por avasallar nuestros derechos más elementales en forma permanente. Estamos cansados de pedir Justicia. Que nos escuchen. ¿Quiénes? Autoridades, Señores Jueces, Señores funcionales a cualquier política, la que sea, Señores policías, etcétera ¿Qué carajo están haciendo ante esto? Entonces ¿Somos nosotros el problema? Pertenezco a un país donde la gente festeja si consigue robar la señal de televisión por cable; un país donde la gente hace todo lo posible por no pagar o pagar menos impuestos; un país donde la impunidad es un hábito, donde las personas tiran la basura en las calles y luego le reclaman al gobierno por la falta de limpieza pública. Quizás más que nunca podría parafrasear ¿Cuántas décadas infames tuvimos?... ¿Cuántas? sigo preguntando. ¿Por qué todos son liberales menos los liberales? ¿Qué son los conservadores? Cerebros opacos en latas de espinacas. Pobre Popeye, cuantas veces se hubiera atragantado. ¿Como llegamos de la justicia social peronista a las "ferraris testarosa"? Tal vez convencidos de que somos imberbes "perejiles" del primer mundo. Y ¿Alfonsin dijo "Felices Pascuas, la casa está en orden" porque hubo 'rosca'? pregunta que me cede mi amigo Rudy y me 'cazo' con que además de 'rosca' nos pusimos felices en ascuas. Ud. se preguntara a donde voy con esto otra vez. Parte de la inquietante repuesta es el doble discurso, como estafar con la palabra, la mentira de nunca acabar, como la zanahoria delante del conejo. Un país donde no hay conciencia ni memoria de la política, por que sólo interesan las peleas de la farándula. Un país en el que la gente está llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes y a los políticos. Aclaro que no vivo en un termo, (y que los gobiernos son co-responsables de todo esto). En fin, a nuestro país le sobran ideas brillantes, creatividad, audacia. Quizás lo que esté faltando sea un poco de vergüenza. Por eso, tenemos que empezar a cambiar nosotros.-
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