Que tarde es, ¿o es temprano? Siento que dormí cien años. No encuentro rayos de sol que entren en mi pieza, las ventanas no dan directo al afuera, pero debería haber un poco de luz solar si es de día, debe ser tarde realmente entonces. Ayer fue un día curioso y el trabajo me cansó de en serio esta vez. Igualmente me parece que sirvió el tiempo que dormí. Aunque me asalte la imagen de un gigante de color gris, pisando con estruendoso andar en las playas de quien sabe donde. Mientras yo espiaba por una suerte de callejón y la gente iba corriendo con tanto miedo. Las nubes iban poblando el cielo y este sujeto avanzaba. El sueño fue raro, (no es redundante, no son sinónimos: sueño y raro) me dejó la sensación de inquietud. Recuerdo que entreví la posibilidad de que fuera un sueño cuando estaba debajo de una cama, y este sujeto iba hacia el hotel de mala muerte (planta baja sólo tenía), a buscar victimas. Mi pensamiento fue limitado y tenía, un miedo sincero. Pero es absurda esta referencia, termina con el tipo pasando por el cuarto y al final no me descubre; el cielo se despeja, y salgo corriendo. Luego, afuera, vuelve a nublarse…hasta ahí me acuerdo. Sin embargo dejó en mí ese caos inconcluso de una pesadilla. Me olvidé de poner un reloj cerca de la cama, voy a tener que moverme hasta la otra pieza para encontrar uno. En el instante que me levantaba me acordé de la tele. Pero cuando la prendo estaba sin señal ¿Afuera llovía? Voy distraído hacia la puerta. La abro…
¿Qué?, ¿Qué pasó? Inexplicable…sigo en un sueño; estoy muy despierto, demasiado. Claro está, que cuando sueño pienso igual, pero la realidad es distinta. Bueno, es distinta cuando despertamos… no es fácil aclararlo. No puede ser un sueño, me estoy volviendo loco. Mejor sería que sea un sueño, y reírme cuando me despierte. Poco de gracioso tiene ahora… ¿Una caverna? No, mas bien un laberinto cavernoso. Sí, eso es, un laberinto de piedra. ¿Qué hago acá? Bien me va a valer mantener esta compostura. Entonces, es un sueño, me conviene razonarlo así. Por ende, sin consecuencias, sólo los posibles pesares, las angustias que quedan impresas; voy a buscar la salida. Qué vacío que está esto. Ni siquiera muebles, piedras y más piedras. No hay entrada de luz. Pauta para un sueño. Igual puedo ver sin luz, todo está demasiado iluminado para no haber luz, ¿O me acostumbre a la oscuridad? No, no, es como si hubiera luz, pero ningún lugar para que entre. No tengo sombra. Es un sueño, sino no puede explicarse. Puedo ver el final de cada pasillo, ahí se tuerce el camino, luego se bifurcan en más caminos, en fin un laberinto. Mi mente no me va a dejar hacer un mapa mental, es muy extenso. No tuve que haber empezado a caminar así como así, tuve que haberme quedado en mi pieza hasta que termine la pesadilla. Voy a volver, me gustaría marcar con algo esta zona donde empiezo la vuelta. Voy a dejar un pedazo de remera entre las piedras…
¡Quiero despertar! Hace mucho tiempo que estoy caminando, no encuentro la entrada. Es definitivo, estoy perdido, y la duda de real u onírico me está empezando a inquietar. Tengo la necesidad de pensar que algo tengo que hacer para despertar, pero no entiendo qué. No estoy cansado, pero caminé mucho, me cuesta afirmar cuanto tiempo. Pero creo poder asegurar que mas de un día. No me exalta esa idea, acaso porque no me siento cansado. Pensé algo: Soy Asterion en su laberinto, veo mis brazos y mis pies, son de humanos. Pero acá es al revés. El mundo esta habitado de minotauros, yo soy la raza distinta en mi condición de humano. Admito lo incomprobable de la hipótesis, me encuentro igual que al principio, con la misma necesidad. Encontrar una salida. O en su defecto esperar que alguien entre, y claro está, que sea un minotauro. Aunque para salir realmente de la duda tendrían que ser dos. Porque la aparición de uno, me podría dar a pensar que es Asterion. Y finalmente cualquier opción desembocaría en caos por anormal. Sigamos buscando la salida, o por lo menos sigamos…
Mucho tiempo hace que camino, me doy cuenta por mi aspecto. Siento mi barba muy larga, mi pelo también. Años. No creo que sea una exageración. Tampoco un sueño, esto se sale de las limitaciones de un sueño. He dormido caminando(o recordé como era dormir mientras caminaba), ahora no quiero parar de buscar. Tengo miedo de hacerlo. Tampoco estoy cansado. Algo malo también me produce una rara inquietud. Una vez que dejo la ropa para marcar el lugar, al seguir con mi camino y volver, noto que desaparece. Dejé un retazo en la pared, di dos pasos, me volví y no estaba más. Creo estar en un laberinto móvil, imperceptible a mis sentidos. O acaso un laberinto que cambia en el tiempo, que salta de tiempo en tiempo, espacio en espacio. O yo me muevo de tiempo en tiempo, espacio en espacio. El laberinto no es complejo, tiene paredes de piedra gris. Diverge en muchos corredores, algunas escaleras que suben. Otras que bajan. Otras que suben y luego bajan, mientras a su vez doblan. Así se repite. Yo pienso, casi puedo recordar con exactitud mi vida. Cada instante de ella. Confío en si realmente estoy saltando realidades en algún momento dar con la mía, o una similar. Acaso ya estoy en ella, atrapado en este laberinto. Es posible, porque suponiendo un traslado espacial, y dimensional, un lugar análogo en una dimensión similar, sería otro laberinto ¡Tengo que encontrar el porque!...
Es definitivo: no es un sueño. Todo me lo indica. Hace siglos creo que camino, no me canso. Tampoco nada pasó aquí. Repasé mi vida en mi memoria, nada encontré ahí, nada con respecto a una clave para salir. Pasó tanto tiempo que confundo la realidad de mí pasado, con el inventado en estas caminatas. Por suerte no perdí del todo la cordura. Varían las situaciones, pero mis conocidos del pasado son los mismos. Aunque no podría decir con exactitud cual fue su papel verdadero en mi vida, porque ya los confundo. No recuerdo las situaciones primigenias. En cuanto al laberinto es imposible afirmar si ya pasé por algún lugar o no, son todos similares. En una de mis últimas conclusiones llegué a lo siguiente: el tiempo, está atado al espacio. Quiero decir, él se mueve mientras algo recorra el espacio. El tiempo es función del espacio. Todo acá es inmóvil, menos yo. Al moverme, muevo el tiempo. Y el tiempo acaso moverá el laberinto, o simplemente al transcurrir permite la posibilidad de que las cosas pasen. Y todo eso de una manera compleja que escapa mi pensar, se ata para que yo siga acá moviendo el tiempo...Temo el dejar de moverme, creo que las consecuencias podrían ser horrorosas. Me avergüenzo de mi egocentrismo al pensar así. Sin embargo, temo a mi quietud…
Por fin lo entendí…Cesé mi eterna marcha…Ahora está claro…Estoy muerto. No entiendo como no lo pude comprender antes. Sólo cuando lentamente fui amortiguando mi paso lo fui entendiendo. Algunos, los que todavía no entienden el tiempo, los que todavía son victimas de él, dirán que tardé siglos en detenerme, tal vez tengan razón. Ahora no importa, estoy muerto, y me fue dado el mejor de los regalos: la eternidad. Ahora debo aprender a manejarla, puedo vivir de nuevo mi pasado, o cambiarlo, crearlo, destruirlo. Entro y salgo del tiempo. Creo mi futuro, lo vivo, y lo vuelvo a crear. Las combinaciones son infinitas. Pero en la eternidad, poco importa…
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