Ópera Prima La bala entró limpiamente. Un caudaloso raudal rojo y denso revelaba el tino del tirador. Sonriente –¿o confundido?- se sorprendió. ¡Era un ensayo a carta cabal! Se hizo famoso. A pesar de haber muerto antes del primer acto.
Texto agregado el 28-05-2011, y leído por 105 visitantes. (2 votos)