Cierto arquitecto levantó un templo Y construyólo con gracia y arte Columnas, arcos y decorados De sus anhelos fueron la imagen Al ver los hombres obra tan bella Dijeron: “Nunca decaerá” Pues es un templo ¡que maravilla! Y a las edades desafiará. Levantó un templo otro maestro Con gran cuidado e infinito amor Fue cada arco obra paciente Y cada piedra fue una oración. No hubo alabanzas al gran esfuerzo Pues él su plan a nadie mostró Porque aquel templo del buen maestro Fue obra que el mundo jamas la vio. ¿Dónde está el templo de arquitecto Que hizo gran gala de pericia tal? ¿Hoy ese templo ya mas no existe Lo arruinó el tiempo en él al pasar. Pero aquel templo del buen maestro A las edades desafiará Pues ese bello e invisible templo Era de un niño su alma inmortal. Autor: Saúl Esquivel Pedroza Guanajuato, México. 1924-1994.
Texto agregado el 27-05-2011, y leído por 82 visitantes. (1 voto)